Duterte concede vía libre al Ejército para operar a discreción contra los islamistas entre informes de ejecuciones sumarias en la ciudad
Al menos 92 milicianos y 13 soldados muertos. El número de civiles fallecidos podría rebasar la decena
MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -
Los primeros cinco días de ofensiva a gran escala del Ejército filipino contra la organización terrorista Maute en la ciudad de Merawi han arrojado por el momento un saldo de más de un centenar de muertos y más de 30.000 desplazados que han tenido que realojarse en otros puntos de la isla de Mindanao, ahora bajo la ley marcial declarada por el presidente Rodrigo Duterte, quien prácticamente ha dado luz verde a los militares para operar a su completa discreción.
Este domingo, el portavoz de las operaciones militares en la ciudad, el coronel Joar Herrera, ha informado de que al menos 61 milicianos de la organización, la también llamada Estado Islámico de Lanao y fuertemente vinculada al grupo yihadista, han muerto en los combates con el Ejército. Estos se sumarían a los 31 confirmados anteriormente en días previos.
El Ejército que ha sufrido al menos 13 bajas confirmadas, según Herrera, que está intentando verificar informaciones que apuntan a la muerte de al menos 19 civiles durante las hostilidades, según la cadena ABS-CBN.
La agencia de noticias Reuters ha confirmado el hallazgo de al menos ocho cadáveres de civiles ejecutados en la ciudad, todos ellos carpinteros, encontrados con las manos atadas a la espalda y con disparos en la cabeza.
Según la Policía filipina se trata de residentes de la ciudad que fueron interceptados por los islamistas. Ante su incapacidad de recitar versos del Corán de memoria, como les pedían los guerrilleros, fueron apartados del convoy y ejecutados, según el agente de Policía Jamail C. Mangadang. En uno de los cuerpos se encontró una nota con la palabra 'Munafik' (Traidor).
ARTILLERÍA Y HELICÓPTEROS
Los combates se han intensificado en las últimas horas. Ayer, el Ejército filipino comenzó a emplear por vez primera artillería pesada contra las posiciones del grupo dentro de la ciudad, ahora mismo rodeada de militares y helicópteros de combate.
Los militares no solo esperan aniquilar a las milicias sino capturar también a uno de los terroristas más buscados del mundo y que supuestamente se encontraría en Marawi: Isnilon Hapilon, líder de la también organización terrorista Abú Sayyaf, especializada en el secuestro y la extorsión, y conocida por su brutalidad.
Precisamente el detonante del actual conflicto fue la fallida operación policial para localizar a Hapilon, iniciada el pasado 23 de mayo. Los milicianos consiguieron repeler el asalto e iniciaron un contraataque en el que acabaron capturando escuelas, catedrales y cárceles de la ciudad.
Duterte transformó la operación en una ofensiva militar y declaró la ley marcial en la isla de Mindanao. Desde entonces, aproximadamente, unas 30.000 personas han escapado de Marawi y alrededores.
La ley marcial declarada por Duterte ha provocado que los civiles que permanecen en Marawi se hayan quedado a merced de los bombardeos del Ejército y de los islamistas, según políticos locales como Zia Alonto Adiong, que acusa a los militares de emplear una fuerza "desproporcionada". "Este conflicto se les ha escapado de las manos. La magnitud del daño y del número de afectados es masiva", ha declarado.