JERUSALÉN, 16 (Reuters/EP)
La apuesta de la exministra de Justicia Tzipi Livni al cargo de primera ministra en las elecciones del próximo 17 de marzo en Israel supone, a juicio de los analistas, un agradecido cambio de rumbo a favor de la presencia femenina en la política israelí.
Rompiendo con el habitual estereotipo de hombre con pasado militar condecorado, las mujeres están influyendo en el tono y el estilo de la política israelí. Las encuestas revelan que hasta 30 mujeres podrían tener un escaño en la Knesset, el Parlamento. Es decir, una cuarta parte de la composición total de la cámara.
De confirmarse estos resultados, Israel podría superar en representación femenina a Estados Unidos y ascender a mitad de tabla en la lista de países por número de diputadas, recuperando la tónica marcada en 1969 por la primera ministra Golda Meir, descrita en su día por el primer jefe de Estado israelí, David Ben Gurión, como "el único hombre" de su Consejo de Ministros.
Desde entonces, ninguna mujer ha llegado a lo más alto de la política israelí, pero Livni puede romper esa tendencia, como la representante más prominente de una nueva hornada de mujeres donde se encuentran figuras como Orly Levy-Abeksis, del partido nacionalista Yisrael Beitenu, y una de las diputadas más activas, al respaldar en seis años hasta 26 proyectos de ley.
Levy-Abeksis, madre de cuatro hijos, ha denunciado en numerosas ocasiones la degradación de la que suelen ser objeto las mujeres en la política israelí. "Los hombres reciben un trato muy diferente. Es irritante", ha declarado a Reuters. "Me gustaría ver tantas diputadas como fuera posible. La mayoría de las activistas y voluntarias son mujeres, de todas formas", ha manifestado.
PASADO MILITAR
Miri Regev, de 49 años, es una general de brigada retirada y antigua portavoz del Ejército israelí. Comparecerá a los comicios como la número cinco de la lista del partido Likud, del primer ministro Benjamin Netanyahu. Si gana los comicios, se hará casi con toda probabilidad con un cargo en el Consejo de Ministros.
"Quiero ser clara y contundente en este asunto. No soy una de esas políticas distantes y no tengo por qué ocultarme detrás de voz masculina alguna", ha hecho saber en uno de sus numerosos debates televisivos, donde se ha caracterizado por su energía y contundencia.
Sin embargo, existe la tradición en Israel de que las militares acaben desempeñando trabajos meramente administrativos. Los hombres son considerados los verdaderos garantes de la seguridad a través del combate, con lo que ascienden más rápidamente entre las filas. "Y como resultado", explica el analista político Tal Schneider, "las mujeres se quedan muchas veces en los aledaños".
Otro obstáculo supone la prohibición emitida por los partidos ultraortodoxos contra la participación de la mujer en política. Estos partidos conforman el 15 por ciento del Parlamento y dificultan el equilibrio de género.
Livni es acompañada en las listas de la Unión Sionista por Stav Shaffir, de 29 años. Shaffir, antigua activista social a favor del abaratamiento del coste de la vivienda en Israel, se convirtió en 2013 en diputada más joven de la historia del país y en repetidas ocasiones ha expresado su disconformidad con la política de construcción de asentamientos en territorio palestino ocupado.