El 60% de las mujeres consultadas dicen haber sufrido violencia de género
MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres y niñas que viven en la cuenca del lago Chad no solo son víctimas del conflicto desatado por el grupo terrorista Boko Haram hace ocho años sino que están siendo cada vez más víctimas de violencia sexual en un entorno en el que las dificultades para acceder a la justicia fomentan la impunidad, según ha denunciado Oxfam.
De acuerdo con el último estudio realizado por la ONG, hasta el 60 por ciento de las mujeres aseguran haber experimentado violencia de género, mientras que también se ha constatado un incremento en los casos de explotación sexual y matrimonios forzados. Además, el 72 por ciento de las mujeres con las que ha hablado en el noreste de Nigeria han dicho que tienen más miedo por su seguridad.
Las zonas de Nigeria, Chad, Camerún y Níger afectadas por el conflicto cuentan con un sistema de justicia débil, por lo que las mujeres y niñas víctimas de la violencia tienen poco o ningún acceso a la justicia, según la ONG. En otros casos, las autoridades tradicionales son las responsables de la resolución de casos de violencia de género, lo que dificulta que las mujeres busquen reparación.
"La fragilidad y la falta de estabilidad en la vida de mujeres y niñas debido al desplazamiento y a la falta de medios de vida alimenta todo tipo de violencias", ha denunciado la responsable de campañas de Oxfam para lago Chad, Aurore Matthieu. "La explotación sexual, el intercambio de sexo por comida o el matrimonio infantil son algunas de las consecuencias más graves", ha precisado.
En el noreste de Nigeria, región en la que se originó el conflicto, seis de cada diez mujeres aseguran haber experimentado una o más formas de violencia de género, tanto a manos de las fuerzas de seguridad, como de los milicianos de Boko Haram o de grupos de ciudadanos armados. Además, con frecuencia mujeres y jóvenes se ven obligadas a practicar sexo a cambio de poder comprar o para acceder a distribuciones de comida.
En un estudio realizado en el campo para personas refugiadas, el de Dar es Salam en Chad, el 40 por ciento de las mujeres se declara víctima de agresión física, el 27 por ciento denuncia haber sufrido abusos psicológicos, el 19 por ciento violación o asalto sexual y el 15 por ciento matrimonio temprano o forzado.
Oxfam también ha constatado un incremento de la violencia doméstica como resultado del conflicto, mientras que la falta de escolarización de la inmensa mayoría de desplazados es uno de los factores que incrementa la exposición al riesgo de abusos entre las niñas.
"La violencia sexual y de género suele permanecer infrarreportada en la región, debido al estigma y los tabúes culturales", ha subrayado Mathieu, incidiendo en que "la culpabilización de las víctimas es muy frecuente en la mayoría de las comunidades, incluso entre las niñas".
AUMENTO DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA
"Todas las formas de violencia de género tienden a aumentar durante tiempos de crisis, incluida la violencia doméstica", ha reconocido la responsable de Oxfam, asegurando que a la ONG le preocupa particularmente "las informaciones recientes que apuntan a más casos de violencia sexual y de género entre desplazados". "Esto debe ser abordado inmediatamente tanto por los gobiernos como por los responsables humanitarios", ha añadido.
En el marco de sus esfuerzos para conseguir una imagen lo más completa posible sobre la situación de la mujer en esta región, Oxfam se ha asociado con Girl Effect en el desarrollo de una nueva red de jóvenes investigadoras llamada TEGA (Technology Enabled Girl Ambassadors).
Las chicas participantes en el proyecto recibieron capacitación en el uso de móviles inteligentes para realizar las entrevistas y se alojaron en una de las comunidades encuestadas para generar confianza. Entre otras cosas, el 51 por ciento de las personas entrevistadas denunció un aumento en el matrimonio infantil y forzado, especialmente entre las poblaciones desplazadas, además de un incremento en el uso del sexo para obtener dinero y comida.
"Estas jóvenes pudieron transmitir cómo se sentían las comunidades, lo que fue muy valioso para nuestra respuesta. También impactó la forma en que informamos a las comunidades, por ejemplo, haciendo un mejor uso de los recursos como las dramatizaciones en radio", ha explicado Ruth Mutua, líder de protección para la respuesta humanitaria de Oxfam en el noreste de Nigeria.
Así las cosas, para enfrentar la impunidad imperante, Oxfam ha hecho un llamamiento a las autoridades para que aumenten la presencia en poblaciones de difícil acceso, mejoren los servicios humanitarios, fortalezcan los servicios de referencia, inicien programas de apoyo psicosocial, luchen por la rendición de cuentas y llenen los vacíos actuales en las leyes y políticas.