MALHOKI (NIGERIA), 5 (Reuters/EP)
Las mujeres rescatadas por el Ejército nigeriano de manos de Boko Haram han contado que la falta de armas y combustible ha intensificado las divisiones en el seno de la milicia, que aspira a crear un estado islámico en Nigeria.
El grupo terrorista secuestró unas 2.000 mujeres y niñas el año pasado. En la última semana, el Ejército ha liberado a casi 700 de estas rehenes coincidiendo con los avances militares en la zona boscosa de Sambisa.
Dos de las mujeres han asegurado a la agencia Reuters que sus captores se quejaban de falta de armas y municiones y muchos de ellos se veían obligados a portar palos como única defensa. Gran parte de los vehículos, además, sufrían daños o no tenían gasolina.
"Una tarde en abril, seguidores de Boko Haram se pararon frente a nosotras y dijeron: "Nuestros líderes no nos darán suficiente combustible y armas y los soldados están avanzando sobre nosotros en Sambisa", ha dicho Binta Ibrahim, de 18 años. A continuación, este miliciano confirmó que iban a "dejar" a las rehenes.
El día del rescate, cuando varios helicópteros militares sobrevolaban la zona, los milicianos hicieron un último intento por vender a sus rehenes por hasta 2.000 nairas (unos 10 dólares) cada una. Cuando el Ejército se acercaba, las mujeres se negaron a huir junto a los combatientes y lograron escapar, a pesar de que les arrojaron piedras.
Salamatu Mohamed ha contado cómo se tiraron al suelo tras escuchar disparos y cómo algunas de sus compañeras fueron "aplastadas" por los propios vehículos del Ejército. Otras sufrieron heridas de bala y, según Mohamed, finalmente 18 perdieron la vida.