EEUU y Panamá firman un acuerdo para bordar la migración irregular
El mandatario afirma que los 'Papeles de Panamá' fueron una "patraña internacional"
MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente panameño, José Raúl Mulino, ha jurado este lunes el cargo reafirmando que "Panamá no será más un país de tránsito" para los migrantes, a los que ha calificado de "ilegales", y ha asegurado que apelará "a las solidaridad internacional respecto de la causa que genera el problema", buscando "soluciones con los países involucrados, sobre todo con Estados Unidos, que es el destino final".
"La visita realizada el pasado viernes nos permitió conocer la magnitud del problema y la dimensión de la crisis humanitaria y ambiental que recae sobre el territorio. No permitiré que Panamá sea un camino abierto a miles de personas que ingresan ilegalmente a nuestro país, aupados por toda una organización internacional relacionada con el narcotráfico y el tráfico de personas. Ese dinero, producto del lucrar de las desdichas humanas, es un dinero maldito", ha declarado durante un discurso en la ceremonia.
Mulino ha reconocido que "hay razones profundas en la migración", pero ha considerado que "cada país debe resolver sus problemas". "Los panameños no me votaron para mirar hacia otro lado ante semejantes aberraciones, ni aceptar como bueno algo que está mal. No podemos seguir financiando el costo económico y social que la inmigración ilegal masiva genera al país", ha sostenido.
Por otro lado, ha indicado que el Darién "tiene que seguir siendo un gran pulmón verde" tanto para Panamá como para la región y, para ello hay que "defenderlo y cuidarlo". "Su biodiversidad no puede ser puesta en riesgo por actividades ilícitas", ha agregado, después de pedir a las fuerzas de seguridad que cumplan con los Derechos Humanos.
MEMORANDO MIGRATORIO
Durante la jornada, Estados Unidos y Panamá han firmado "un Memorando de Entendimiento diseñado para reducir conjuntamente el número de migrantes que son cruelmente contrabandeados" a través del Tapón de Darién, "generalmente en ruta hacia Estados Unidos", según ha anunciado la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson, a través de un comunicado.
"En concreto, Estados Unidos apoyará los esfuerzos de Panamá para iniciar la repatriación rápida, segura y humana de los migrantes que no tienen una base legal para permanecer en Panamá. Al devolver a esas personas a su país de origen, ayudaremos a disuadir la migración irregular en la región y en nuestra frontera sur, y a detener el enriquecimiento de las redes malignas de contrabando que se aprovechan de los migrantes vulnerables", ha agregado.
El secretario del Departamento de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha felicitado a Mulino por su toma de posesión como presidente y ha aprovechado la ocasión para mostrar su disposición a "continuar" su trabajo para combatir la corrupción, fomentar la transparencia y la rendición de cuentas, y promover el crecimiento económico sostenible.
Por su parte, el subsecretario de asuntos del hemisferio occidental de dicha cartera, Brian Nichols, ha aseverado que Washington "está comprometido a trabajar con Panamá para fortalecer las instituciones, promover la buena gobernanza, apoyar la gestión humana de la migración, defender la democracia y los Derechos Humanos, y avanzar hacia una sociedad más equitativa y justa".
'PAPELES DE PANAMÁ'
Por otro lado, Mulino ha hecho referencia a la reciente absolución de 28 personas acusada de lavado de dinero en relación al mediático caso de los 'Papeles de Panamá', por lo que se ha ordenado levantar todas las medidas cautelares contra los imputados, al considerar que las pruebas "no eran suficientes ni concluyentes para determinar la responsabilidad de los acusados".
En este sentido, ha afirmado que este escándalo, cuyo epicentro fue el bufete panameño Mossack Fonseca, fue una "patraña internacional" para perjudicar el sistema financiero del país centroamericano.
"Miren ustedes el caso de Mossack Fonseca, que fue el principio del fin de nuestro modelo de negocio financiero. Acaban de absolver a todos los señalados, porque en realidad se trató de una patraña internacional para socavar la imagen y competitividad de nuestro país", ha manifestado.
Es por ello que ha abogado por la "unidad y defensa conjunta" de los intereses nacionales para "hacer frente a este tipo de ataques" contra su "dignidad nacional". Con todo, ha afirmado que va a "hacer respetar a Panamá y recuperar" su "buen nombre que ha sido mancillado arbitrariamente por países que jamás aplicarían en sus territorios las leyes" que les "exigen".
En abril de 2016, una filtración de más de once millones de documentos del bufete panameño Mossack Fonseca reveló la implicación de políticos, empresarios y personalidades de todo el mundo en empresas radicadas en paraísos fiscales y que podrían haber servido para evadir impuestos.
Entre los nombres incluidos se encontraban los de jefes de Estado como los entonces presidentes de Argentina, Mauricio Macri, y de Ucrania, Petro Poroshenko. Igualmente, personas del círculo más cercano a los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Siria, Bashar al Assad, o del difunto líder libio, Muamar Gadafi. En total hay 72 jefes o exjefes de Estado que con estas empresas evadían impuestos, blanqueaban dinero y evitaban sanciones, según la investigación.
La filtración afectó a 200.000 empresas, aproximadamente dos tercios de las firmas que gestionaba Mossack Fonseca. Una fuente anónima entregó la documentación al periódico alemán 'Süddeutsche Zeitung', quien los compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que agrupa a 107 empresas informativas de 78 países.