CIUDAD JUÁREZ/WASHINGTON, 1 Mar. (Reuters/EP) -
El muro que el multimillonario Donald Trump ha prometido construir en la frontera con México si consigue llegar a la Casa Blanca en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre ha disparado el flujo de inmigrantes que intentan llegar de forma ilegal a Estados Unidos.
El precandidato republicano no ha ocultado su rechazo a la comunidad hispana y, en concreto, ha puesto en el punto de mira a los mexicanos, a quienes ha acusado de "matar" a Estados Unidos con mano de obra barata y "criminales".
Para Trump --el clarísimo favorito para hacerse con la nominación republicana-- la solución es evidente: levantar un muro impenetrable en la frontera entre Estados Unidos y México para frenar las incesantes llegadas desde el hemisferio sur.
"Si gana Trump, pues ya todos nos fregamos, y se fregaron todos los latinos", ha dicho a Reuters Isaías Franco, un salvadoreño de 46 años que fue deportado de Estados Unidos a finales del año pasado y ahora aguarda su segunda oportunidad en un refugio de Ciudad Juárez.
Franco ha aclarado que "el temor en el pueblo latino" no es solo por la posible victoria de Trump, si no en general a un triunfo republicano, ya que otros candidatos conservadores, como Ted Cruz o Marco Rubio, han prometido revertir la incipiente reforma migratoria de Barack Obama.
Estos anuncios electorales han mejorado el negocio de las mafias de tráfico de personas que se están encargando de difundir el mensaje de que hay que cruzar la frontera antes de las elecciones estadounidenses. La gente piensa que "hay que aprovechar lo más que se pueda", ha contado Blanca Rivera, que regenta el albergue de Ciudad Juárez.
Victoria Córdova, una hondureña que fue deportada de Estados Unidos junto a su hija de once años en 2014, ha revelado que los "coyotes" --traficantes de personas-- están diciendo a la gente que ahora es el mejor momento para intentarlo.
"Muchas mujeres aquí, no sé si ya se fueron, estaban hablando de eso, y unas me preguntaron si yo me iba a ir", ha relatado, recordando que cuando ella decidió emprender este peligroso viaje se había extendido el rumor de que "iban a volver a dar permisos".
UN 24 POR CIENTO MÁS
Los datos de la Aduana y de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos han confirmado la tendencia. Entre octubre y febrero 150.304 inmigrantes fueron detenidos tratando de alcanzar suelo estadounidense, lo que supone un aumento del 24 por ciento respecto al año anterior.
Las cifras son aún mayores respecto a los niños que viajan sin la compañía de ningún adulto. Entre octubre y enero un total de 20.455 menores fueron arrestados en la línea limítrofe, un cien por ciento más que en el periodo precedente.
Trump "es una de las razones de por qué la gente está cruzando la frontera", ha afirmado Brenda Barrios, una guatemalteca de 30 años que vive en Maryland. "Es muy peligroso cruzar, pero será peor si Trump es presidente (...) No nos quiere aquí", ha subrayado.
Rubén García, director del albergue para emigrantes Casa Anunciación en El Paso, en Texas, ha advertido de que, independientemente de quién sustituya a Obama, se encontrará con el mismo problema migratorio debido a la precaria situación en los países de origen.
"Las cosas en Centroamérica son terribles", ha señalado. "La gente va a seguir huyendo porque es muy difícil sobrevivir en este momento", ha sostenido.