MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, ha defendido su decisión de poner fin a las operaciones dentro del país de la oficina del Alto Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos pues ya disponen de una propia, por lo que sería "innecesaria" además de una "distracción".
Así se ha expresado en una rueda de prensa con el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, en Pretoria, retransmitida por la cadena SABC. "Tenemos la Comisión de Derechos Humanos de Uganda, que es un mandato de la Constitución", ha dicho
"Tener otras que no son parte de nuestro sistema constitucional es, en primer lugar, innecesario, pero también una distracción. En lugar de ir a informar en donde pueden tomarse medidas, van a la ONU. ¿Qué puede hacer la ONU en Uganda? No tienen poderes ejecutivos", ha argumentado.
Hace precisamente un mes, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Uganda informó de que no renovarían la presencia de la Alto Comisionado, que expira a finales de marzo, a través de una carta en la que se informaba a Naciones Unidas de que el país había logrado desarrollar las capacidades necesarias para vigilar y promover los Derechos Humanos dentro de su territorio.
Sin embargo, la oposición y los grupos de defensa de las libertades han calificado la decisión del Gobierno ugandés de "vergonzosa" y parta de una maniobra para acallar las denuncias sobre diferentes abusos perpetrados por las autoridades, como torturas, desapariciones forzadas o detenciones arbitrarias.