MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, ha anunciado este miércoles una remodelación de la cúpula de las fuerzas de seguridad a menos de un mes de las próximas elecciones y tras la reciente represión de las protestas contra la breve detención del principal candidato opositor, Robert Kyagulanyi, conocido popularmente como Bobi Wine.
La decisión del mandatario implica el nombramiento de su hijo Muhoozi Kaineraguraba como jefe del Mando de Fuerzas Especiales (SFC) --una unidad de élite encargada de la seguridad del presidente--, cargo que ya ocupó hace una década, en sustitución de James Birungi.
Asimismo, el general Paul Lokech, quien estaba destinado a tareas de supervisión de la aplicación del proceso de paz en Sudán del Sur, ha sido nombrado 'número dos' de la Policía en lugar de Sabiiti Muzeyi, mientras que Birungi sustituye a Lokech en la tarea a la que estaba dedicado hasta ahora.
Muzeyi está considerado como el responsable de las recientes operaciones de las fuerzas de seguridad durante las protestas en la capital, Kampala, contra la detención de Bobi Wine, que se saldaron con más de 50 muertos, según el balance oficial.
La portavoz del Ejército ugandés, Flavia Byekwaso, ha confirmado que "es cierto que algunos cambios han sido efectuados en los círculos de seguridad", según ha informado el diario ugandés 'New Vision'.
Kyagulanyi, quien actualmente es diputado, fue detenido a finales de noviembre durante un acto de campaña en el distrito de Luuka bajo el argumento de que no se habían cumplido las medidas en vigor para contener la propagación del coronavirus. El célebre cantante fue puesto en libertad provisional un día después.
Bobi Wine, candidato por la Plataforma de Unión Nacional (NUP) para las elecciones del 21 de enero, se ha convertido en los últimos años en la principal figura de oposición frente a Museveni aprovechando el fuerte tirón entre los jóvenes del país, donde la media de edad está por debajo de los 16 años.
El opositor ha sido detenido en varias ocasiones, mientras que sus conciertos han sido prohibidos y sus actos políticos dispersados con gases lacrimógenos. En esta ocasión, ha unido fuerzas con el excandidato presidencial Kizza Besigye para intentar derrotar al mandatario, en el poder desde 1986.