BELGRADO, 30 Jul. (Reuters/EP) -
Decenas de nacionalistas serbios volvieron a tomar ayer las calles para mostrar su apoyo al ex presidente serbobosnio Radovan Karadzic, acusado de genocidio y crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), mientras las autoridades serbias continúan sin decidir su extraditación a La Haya.
Para muchos serbios, Karadzic es un héroe nacional que defendió la nación tras la desaparición de Yugoslavia. Esta mañana llenaron la capital, Belgrado, con cientos de carteles con su imagen y llamaron a asistir esta tarde a una gran manifestación pacífica que reúna a decenas de miles de personas.
"Esta protesta será un símbolo de resistencia, un símbolo de la resistencia de aquellos que aman la libertad más que ninguna otra cosa", señaló Aleksandar Vucic, del Partido Radical, una de las formaciones políticas más fuertes de Serbia.
En este sentido, aseguró que continuarán "resistiendo a la dictadura de Serbia y elevando la pregunta de quiénes de las fuerzas paramilitares arrestaron a Radovan Karadzic, cómo y por qué".
En cuanto a su extradición al TPIY, fuentes oficiales afirmaron ayer que el Gobierno está dispuesto a aprobar su extradición, pero que depende en parte de la apelación presentada la semana pasada por el abogado del ex presidente serbobosnio, la cual, según indicaron, no tiene opciones de prosperar, pero que efectivamente retrasa el proceso de extradición.