MADRID 30 Oct. (Por Anne-Marie Vuignier, representante de World Vision ante la ONU en Ginebra) -
Por primera vez en la historia reciente, estamos viendo cómo se revierten muchos avances en materia de derechos de la infancia debido a la combinación mortal de COVID-19, los conflictos y el cambio climático. Los informes de progreso muestran que ahora estamos más lejos de alcanzar la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de 2030 que en 2015.
La consecuencia de esta triple amenaza es una grave crisis alimentaria que deja a millones de niños y niñas hambrientos en 25 países del sur del mundo y a millones de familias vulnerables en el norte que pasarán hambre y frío este invierno.
En los países más frágiles, los recursos limitados y el escaso acceso a los alimentos hacen que los padres opten por mecanismos negativos para hacer frente esta situación, exponiendo a los niños y niñas a una mayor probabilidad de sufrir violencia, explotación y abusos infantiles, como el matrimonio infantil y el trabajo infantil.
Todas estas malas noticias podrían dejar a cualquier persona de nuestro sector con la sensación de que todos sus esfuerzos han servido de poco. Sin embargo, lejos de dejarnos desilusionados o desesperados, esta última amenaza a los derechos y el bienestar de los niños y niñas debería motivarnos para redoblar los esfuerzos y mirar a nuestro alrededor para ver a quién más debemos incluir para reforzar la lucha por la protección de los niños y niñas vulnerables.
VERDADES SOBRE LA PROTECCIÓN DE LA INFANCIA VULNERABLE
Hay dos verdades que cualquiera que trabaje en protección de la infancia debe tener en cuenta. La primera es que sin todo el trabajo realizado en las últimas décadas, el impacto de la COVID-19, el cambio climático y los conflictos habría sido mucho peor para los menores y sus comunidades.
La segunda verdad que hay que reconocer es que los avances en los últimos 20 años, antes de la reciente caída, son la prueba de que la mayoría de las violaciones de los derechos de los menores, incluida la violencia contra ellos, no son inevitables y pueden evitarse, pero sólo si todos trabajan juntos.
Proteger y exigir los derechos de los niños y niñas sólo puede ser eficaz si un número suficiente de personas dice que quiere el cambio. Se necesita a todo el mundo para poner fin a la violencia contra los menores es una iniciativa mundial de World Vision que comenzó en 2016, junto con niños, niñas y jóvenes líderes, simpatizantes, líderes religiosos, organizaciones asociadas y otros.
Juntos hemos influido hasta ahora en 265 cambios de política. Estos cambios han dado lugar a una nueva legislación gubernamental, a un aumento de la financiación y a una mejora de los sistemas y estructuras locales para proteger a los niños sólo en 2021
Esta iniciativa nos recuerda la necesidad de llegar al mayor número posible de socios. No podríamos haber tenido la repercusión que hemos tenido hasta la fecha sin socios como la Agencia Europea de Ayuda Humanitaria (ECHO, por las iniciales de European Community Humanitarian Aid Office), los organismos de la ONU, coaliciones como la Alianza Mundial para Acabar con la Violencia y el Consejo Mundial de Iglesias, socios del sector privado y otros.
LA PARTICIPACIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS ES ESENCIAL
Por supuesto, para que cualquier movimiento tenga sentido debe incluir las voces de la comunidad afectada: en este caso, los propios niños y niñas. Dejar a los menores y a los jóvenes fuera de la reflexión, la planificación y la actuación para la protección de la infancia es un error. Tienen tanto derecho a hablar de su futuro como los adultos.
Por eso, World Vision tiene la intención de invitarlos y prepararlos para que hablen en momentos y eventos clave a nivel nacional, regional y mundial durante la celebración del próximo Día Universal del Niño.
Como dijo Martin Luther King: "No es la violencia de unos pocos lo que me asusta, sino el silencio de muchos". Todos nosotros debemos elegir hablar en favor de la protección de los niños y niñas más vulnerables para garantizar su vida en toda su plenitud; debemos invitar a otros a unirse a nosotros. Y debemos celebrar juntos los pequeños y grandes éxitos.