ABUYA 1 Mar. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Las negociaciones entre el Gobierno de Nigeria y la organización terrorista Boko Haram --que tienen como objetivo lograr que el grupo libere a todas las niñas que fueron secuestradas en la localidad de Chibok en 2014-- pueden convertirse en conversaciones de paz para poner fin al conflicto armado, según ha asegurado este miércoles uno de los mediadores.
En octubre del año pasado, los insurgentes islamistas liberaron a 21 de las 200 niñas que capturaron el 14 de abril de 2014 en una escuela en el norte de Nigeria, en Chibok. La puesta en libertad se produjo gracias a la mediación de Suiza y del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR).
Zaná Mustafá, abogado y mediador en las conversaciones del Gobierno nigeriano con el grupo armado, ha asegurado que las negociaciones deben ir más allá del destino de las jóvenes que continúan en manos de los yihadistas de Boko Haram.
"Necesitamos ser capaces de convertir las conversaciones sobre la liberación de las niñas de Chibok en conversaciones sobre el cese de las hostilidades", ha apuntado Mustafá, que se encuentra en pleno proceso de negociación con Boko Haram para que liberen a más niñas.
"No habrá ninguna reconstrucción del país mientras la violencia continúe", ha explicado. "Si devuelven a las niñas ¿cómo las vamos a proteger? ¿vamos a depender de los militares para siempre?", ha planteado Mustafá.
Durante más de dos años no hubo rastro alguno de las 200 niñas, cuyo rapto provocó críticas a nivel internacional y motivó la puesta en marcha una campaña mediática global en la que participaron decenas de 'celebrities', entre ellas la ex primera dama de Estados Unidos Michelle Obama.
El pasado mes de mayo, una de las menores logró escapar, junto a su hijo fruto de la relación de un miliciano, del campamento en el que estaban recluidas, mientras que Boko Haram aseguró en un vídeo publicado en agosto que varias de ellas habían muerto en bombardeos aéreos del Ejército.
No fue hasta octubre del año pasado cuando los milicianos de Boko Haram decidieron acceder a liberar a 21 niñas más. La aparición de las menores supuso una gran victoria para el presidente nigeriano, Muhammadu Buhari.
Buhari ha dicho en repetidas ocasiones que tanto él como su Gobierno están comprometidos a asegurar que las niñas de Chibok vuelvan a sus casas. Según ha asegurado, los líderes de Boko Haram se han mostrado dispuestos a continuar negociando sobre este tema.
No obstante, las autoridades temen que, al centrar la atención en la liberación de las niñas, se pase por alto la grave situación humanitaria en la que se encuentran millones de nigerianos en el norte del país a causa de la insurgencia, que ha provocado el desplazamiento de dos millones de personas y ha causado más de 15.000 muertes.
"Hay niñas que lo han pasado mucho peor que las niñas de Chibok y, sin embargo, nadie está peleando por ellas", ha subrayado Mustafá.
CONVERSACIONES DE PAZ
Mustafá comenzó a trabajar como mediador en 2007, cuando fundó una escuela primaria en la capital del estado de Borno, Maidiguri, uno de los más afectados por el conflicto.
Cuando estalló la violencia, en 2009, la escuela continuó dando clase. Una de las estrategias de Mustafá fue juntar a niños de milicianos de Boko Haram con los hijos de víctimas mortales del grupo terrorista. El CICR colaboró con el entonces director del colegio proporcionando comida y asistencia sanitaria tanto a los alumnos como a sus familias.
"Esto fue en un momento en el que las mujeres de milicianos de Boko Haram estaban siendo arrestadas y sus casas destruidas", ha contado. "Así que Boko Haram nos empezó a ver a mí y a Cruz Roja como partidos neutrales que podían servir como interlocutores con el Gobierno", ha explicado.
El portavoz del presidente Buhari, Garba Shehu, ha constatado que Mustafá logró la confianza de Boko Haram al aceptar a hijos de milicianos. También ha señalado que el director del colegio ha tenido un "papel esencial" en la liberación de las 21 niñas.