Benjamin Netanyahu
AMIR COHEN / REUTERS
Actualizado: domingo, 19 marzo 2017 13:05

El ministro de Finanzas, Moshe Kahlon, acusa al primer ministro de intentar poner los medios de comunicación al servicio del Ejecutivo

JERUSALÉN, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha amenazado con anticipar elecciones si finalmente comienza a emitir la nueva televisión pública israelí el próximo 30 de abril, en una crisis abierta con el ministro de Finanzas, Moshe Kahlon, que le acusa de negarse a la existencia de esta nueva televisión, más independiente de su Gobierno.

La llamada Israel Broadcasting Corporation (IBC) es una nueva entidad destinada a reemplazar a la antigua Israel Broadcasting Authority (IBA). No ha sido una transición fluida. Se esperan un millar de despidos y los empleados del antiguo ente han salido a las calles para protestar la sustitución.

Esta disconformidad de los trabajadores ha sido la que ha llevado al primer ministro israelí a dar marcha atrás a lo que parecía un proyecto a tiro hecho, aunque sus rivales políticos le acusan de usar las críticas de los empleados como excusa para negarse a aprobar la nueva televisión, sobre la que tendría un menor grado de control.

Kahlon, antiguo miembro del partido Likud de Netanyahu y ahora socio escéptico, ha declarado su frustración con la dubitativa actitud del primer ministro, que rechazó el acuerdo firmado el jueves a pesar de que había recibido a cambio la promesa de la creación de una nueva organización para el control de los medios.

Para el jefe del Ejecutivo israelí, esa promesa parece no haber sido suficiente ya que dicha organización regulatoria dejaría al nuevo ente más manga ancha del que su predecesor disfruta en la actualidad, en un momento bastante delicado para la reputación del primer ministro.

En este sentido, varios diputados de oposición, como Erel Margalit, de la Unión Sionista, han acusado directamente a Netanyahu de "confundir al público" y usar esta crisis como pantalla para ocultar la investigación de la que está siendo objeto el primer ministro por supuesto tráfico de influencias y que está entrando ya en su fase final.

Además, en el complejo escenario que es Israel, la decisión de Netanyahu de adelantar las elecciones -- en las que su Likud obtendría la victoria, por otro lado -- podría conceder al primer ministro un margen de entre seis meses a un año para intentar alcanzar un "acuerdo definitivo" con el presidente estadounidense, Donald Trump, sobre el conflicto de Oriente Próximo.

Y este margen sería esencial porque varias fuentes del Gobierno israelí han declarado que Netanyahu ha acabado desencantado con la actitud del Gobierno estadounidense tras la primera reunión entre ambos líderes, celebrada el pasado 15 de febrero en la Casa Blanca.

"Netanyahu", ha declarado el analista del diario 'Maariv', Ben Caspit, "se está dando cuenta de lo equivocada que ha sido la adulación de la extrema derecha hacia el Mesías que Trump nunca fue".

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