JERUSALÉN, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, figura como sospechoso de sobornos, fraude y abuso de confianza en dos casos investigados actualmente por la Justicia, según un documento policial que coincide con la petición de que se declaren secretas las conversaciones para sellar un acuerdo con un testigo que podría ser clave.
El fiscal general, Avichai Mendelblit, ha reconocido avances para tratar de llegar a un acuerdo con un exjefe de gabinete de Netanyahu, Ari Harow. Este antiguo colaborador está acusado de varios delitos económicos, entre ellos fraude, blanqueo de capitales y sobornos, informa el diario 'Haaretz'.
La oficina del primer ministro ha rechazado "completamente" unas acusaciones que ha catalogado de "infundadas". "La campaña para cambiar el Gobierno ya está en marcha, pero está destinada a fracasas, por una simple razón: no habrá nada porque no hay nada", ha sentenciado en una nota.
En uno de los casos, se investiga la entrega de regalos de lujo a Netanyahu y su mujer por parte del productor de Hollywood Arnon Milchan, mientras que en el otro se analiza si el primer ministro intentó llegar a algún tipo de acuerdo con el responsable del periódico 'Yedioth Ahronoth' para controlar su información.
La ley israelí no obliga a Netanyahu a dimitir en el que caso de que sea finalmente imputado, como le han pedido varios dirigentes de la oposición. El secretismo con el que se desarrollan las investigaciones ha contribuido a sembrar la duda sobre el primer ministro, a pesar de que desde su entorno hablan de caza de brujas.