JERUSALÉN, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha visitado este martes a los militares apostados en los Altos del Golán, cerca de la frontera con Siria, y ha lanzado una advertencia a los países vecinos: "Queremos la paz, pero estamos preparados para cualquier escenario y sugiero que nadie nos ponga a prueba".
Netanyahu se ha reunido con oficiales del Mando Norte de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), ante las que el primer ministro israelí se ha mostrado "impresionado" por el trabajo que llevan a cabo "para defender las fronteras" del Estado hebreo.
Netanyahu ha acudido junto a los principales mandos en materia de seguridad a un punto de observación situado a unos 3 kilómetros de la línea de alto el fuego decretada en 1974 en los Altos del Golán. Este territorio limita con Israel, Siria, Líbano y Jordania, por lo que ha sido escenario de conflictos en el pasado.
En estas últimas semanas, la tensión se ha disparado entre Israel y Líbano, cuyos gobiernos no han dudado incluso en cruzar amenazas. Las autoridades israelíes han denunciado los planes libaneses de explotar yacimientos de gas y petróleo en aguas en disputa, mientras que la otra parte recrimina la construcción de un muro en la frontera común.
El presidente de Líbano, Michel Aoun, el primer ministro, Saad Hariri, y el presidente del Parlamento, Nabih Berri, han avisado este martes en un comunicado conjunto de que harán lo que sea necesario para impedir que Israel erija un muro en la parte libanesa de la frontera. Israel sostiene, en cambio, que dicho proyecto no afectará a territorio libanés.
Los tres principales líderes políticos de Líbano han considerado que las últimas "amenazas" del Gobierno de Netanyahu representan un riesgo directo para la "estabilidad" de la zona, por lo que han adelantado que presentarán iniciativas "a nivel regional e internacional" para impedir tanto la construcción del muro como cualquier posible bloqueo a los planes de explotación energética en alta mar, según medios locales.
CALMA TENSA
La calma ha prevalecido en la frontera entre Líbano e Israel desde el año 2006, cuando las fuerzas israelíes libraron un mes de guerra con el partido-milicia Hezbolá. El conflicto se cobró la vida unas 1.200 personas en Líbano, en su mayoría civiles, así como de unas 160 israelíes, casi todas ellas miembros del Ejército.
La semana pasada, el ministro de Defensa israelí, el ultraderechista Avigdor Lieberman, deslizó la posibilidad de un nuevo conflicto en el que las tropas podrían incluso realizar una mayor incursión en territorio libanés. "Si en Israel estamos en refugios, entonces en los próximos combates también todos los de Beirut estarán en refugios", advirtió durante un discurso, según el periódico 'Haaretz'.