JERUSALÉN, 6 May. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha informado este miércoles por la noche al presidente, Reuven Rivlin, de que ha conseguido cerrar una serie de acuerdos con partidos políticos religiosos y derechistas que le permitirán formar Gobierno.
"Formaremos un Gobierno fuerte y estable para el pueblo de Israel. Tenemos trabajo que hacer", ha dicho Netanyahu, adelantando que en los próximos días tendrá que ultimar las negociaciones sobre el reparto de carteras para que el nuevo Ejecutivo inicie su andadura el lunes.
Netanyahu tenía hasta medianoche para sumar una mayoría simple que le diera el control del Parlamento y garantizar así un cuarto mandato que le convertirá en el primer ministro israelí que más tiempo ha permanecido en el cargo.
A lo largo de estos días, el jefe del Ejecutivo había conseguido cerrar un acuerdo con los partidos religiosos Judaísmo Unido de la Torá (con seis escaños) y Sha (siete) y con el centrista Kulanu (10) que daba al Likud (30) control sobre 53 de los 120 diputados.
La última pieza del puzzle han sido los sionistas de Hogar Judío, con quienes el primer ministro ha estado negociando hasta la extenuación el reparto de ministerios para que accedieran a sumar sus ocho diputados a la coalición de Gobierno.
Finalmente, hogar Judío ha dado el deseado 'sí' a cambio de que su líder, Naftali Bennet, sea ministro de Educación y Asuntos de la Diáspora --aunque ansiaba la cartera de Exteriores-- y de que Uri Ariel se ponga al frente de Agricultura y Ayelet Shaked de Justicia.
"No es un Gobierno para la derecha o para izquierda, sino para todo el pueblo israelí", ha proclamado Bennet, expresando su satisfacción por formar parte de un "Gobierno nacionalista" bajo el liderazgo de Netanyahu.
Además, ha confiado en que este Ejecutivo conseguirá completar los cuatro años de legislatura, respondiendo así a las críticas por la fragilidad de esta alianza. "Trabajaremos para ayudar al Gobierno y al país a tener éxito", ha prometido.
"FRACASO NACIONAL"
Por su parte, el líder de la Unión Sionista, Isaac Herzog, ha considerado que el acuerdo entre Netanyahu y Hogar Judío es "un fracaso nacional". "Nace desprovisto de responsabilidad, estabilidad y, sobre todo, de capacidad para gobernar", ha sostenido.
Para Herzog se trata de "un gobierno susceptible a la extorsión", debido a las negociaciones sobre los ministerios, y, por tanto, "un gobierno débil que será rápidamente remplazado por una alternativa esperanzadora".
El jefe de Unión Sionista, que consiguió 24 escaños en las elecciones legislativas del 17 de marzo, confiaba en que las negociaciones de Netanyahu para formar Gobierno antes de esta medianoche fracasaran para que Rivli le diera a él la oportunidad de cerrar un Ejecutivo.