JERUSALÉN, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, medita la posibilidad de retirar las fuerzas militares desplegadas en Cisjordania. El objetivo de esta y de otras medidas sería bloquear el "tsunami diplomático" que podría seguir al reconocimiento, por parte de la Asamblea General de la ONU, de un estado palestino con las fronteras previas a 1967.
Entre otras ideas, no contempla la evacuación de asentamientos judíos. Netanyahu cree que hay muy pocas oportunidades de reanudar las negociaciones con los palestinos, pero estudia alternativas para evitar que Estados Unidos, la UE y otros países occidentales se muestren a favor de reconocer a los palestinos como estado independiente.
El primer ministro comentó este lunes la opción del repliegue con un grupo de enviados de la Unión Europea. "No he decidido qué decir, ni cuándo decirlo", matizó.
"Hay que responder dos preguntas. La primera, si es del todo posible reanudar las negociaciones con los palestinos. La segunda pregunta es qué acciones pueden tomarse si la reanudación de las negociaciones se revela como imposible", planteó en el transcurso de la reunión.
El rotativo hebreo 'Haaretz' apunta a que hay sobre la mesa tres ideas principales. La primera es el repliegue militar y la transferencia de competencias de seguridad a la Autoridad Palestina.
La segunda se centra en organizar una conferencia internacional, con israelíes y palestinos entre sus participantes, para impulsar el proceso de paz. Las opciones de que se lleve a efecto esta solución son mínimas, dada la dificultad de que las dos partes se pongan de acuerdo sobre los términos del encuentro.
La tercera y última idea consiste en hacer uso de la presión diplomática sobre Occidente, en contra del reconocimiento de un estado palestino en la Asamblea General, el próximo mes de septiembre.
Netanyahu estima que más de un centenar de países --la mayoría en vías de desarrollo-- quedarán del lado palestino en dicha votación. "Quizás los palestinos tengan una mayoría en la ONU, pero lo que importa es no solo la cantidad sino también la calidad", planteó recientemente a embajadores europeos.