MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha ofrecido este martes ayuda a las víctimas del terremoto de magnitud 7,3 en la escala de Richter que sacudió el domingo la frontera entre Irán e Irak, que ha dejado cerca de 440 muertos.
"He visto las imágenes de la destrucción en Irán e Irak tras el terremoto. He visto imágenes devastadoras de hombres, mujeres y niños sepultados por los escombros", ha dicho.
"He ordenado que ofrezcamos a la Cruz Roja asistencia médica para las víctimas iraníes e iraquíes de este desastre", ha indicado, según ha informado el diario local 'Yedioth Ahronoth'.
En sus declaraciones, ha recalcado que "ya ha dicho muchas veces que (Israel) no tiene una disputa con el pueblo iraní", añadiendo que "la disputa es sólo con el régimen tiránico que les tiene secuestrados y amenaza con nuestra destrucción". "Nuestra humanidad es más grande que su odio", ha remachado.
Las autoridades iraníes han rebajado durante la jornada a 432 el número de muertos en el país a causa del terremoto, horas después de que un funcionario provincial indicara que la cifra de fallecidos había ascendido hasta 530.
"Hasta ahora hemos emitido 430 certificados de defunción, pero se calcula que entre 100 y 150 personas han sido enterradas sin permiso en las zonas afectadas, lo que eleva a entre 530 y 580 los muertos en Kermanshá", dijo este funcionario.
Sin embargo, las autoridades han recalcado que el balance oficial se mantiene en 432, a la espera de que se confirme dicho extremo sobre el entierro de decenas de víctimas en las áreas sacudidas por el seísmo. En el país vecino se ha confirmado la muerte de otras siete personas.
Irán e Irak están situados sobre varias fallas tectónicas y son relativamente frecuentes los terremotos. El terremoto más grave de los últimos años ha sido el de 2003 en Bam, en el sureste de Irán, que provocó 31.000 muertos.