El líder del Likud asume que será difícil formar Gobierno, pero no lo ve "imposible"
MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha prometido que hará todo lo posible para formar un "Gobierno fuerte" tras el encargo recibido este martes de manos del presidente, Reuven Rivlin, y ha advertido al resto de partidos de que para evitar la convocatoria de nuevas elecciones es necesario dejar de lado los "boicots personales".
Rivlin ha encargado a Netanyahu la tarea de formar Gobierno, a regañadientes por el juicio por corrupción abierto contra el líder del Likud y a sabiendas de que "ningún candidato tiene una oportunidad realista" de conformar una mayoría estable en la Knesset (Parlamento).
Netanyahu ha asumido que esta estabilidad no será fácil, pero no la ve "imposible". Así, confía en tener "un Gobierno fuerte para todos los ciudadanos de Israel, que no sea "de parálisis" sino "de acción", y ha confiado en poder ser "el primer ministro de todos", según el periódico 'Times of Israel'.
Netanyahu, que ha tendido expresamente la mano a la comunidad árabe, ha defendido que Israel necesita una nueva administración cuanto antes para seguir avanzando en el programa de vacunación contra el coronavirus y, en el ámbito internacional, frenar las ambiciones de Irán y las investigaciones abiertas en el Tribunal Penal Internacional (TPI).
Según Rivlin, durante la ronda de contactos con los partidos 52 parlamentarios han dado su apoyo a Netanyahu, mientras que 45 lo han hecho al líder de Yesh Atid, Yair Lapid, y siete lo han hecho al líder de Yamina, Naftali Bennett, mientras que 16 no han formulado recomendación alguna. El umbral de la mayoría se sitúa en los 61 escaños.
Lapid --cuyo partido fue el segundo más votado en las elecciones-- ha tildado la entrega del mandato a 'Bibi' como "una desgracia" y "una mancha en Israel", si bien ha reconocido que el presidente no tenía otra opción, ante la situación derivado de los resultados y la falta de acuerdo en la oposición para un candidato que sumara más escaños.
Por su parte, Bennet ha evitado de nuevo posicionarse en favor de alguno de los dos grandes bloques que podrían formarse, limitándose a defender la necesidad de "un Gobierno estable que salve a Israel de las quintas elecciones y del entrar en una espiral de caos y odio".
El líder de Yamina aspira a que haya un gabinete de tintes conservadores y nacionalistas, pero no "extremo", para lo cual ha llamado a dejar de lado ambiciones personales. En este sentido, ha sugerido que no renunciará a sus ideales, en aparente alusión al acuerdo planteado por Lapid para rotarse en el cargo de primer ministro.
Yamina y Raam, que se escindió de la Lista Árabe Conjunta, figuran como potenciales bisagras y podrían terminar por conceder la mayoría en caso de acuerdo, lo que ha desencadenado contactos para intentar acercar posturas. A día de hoy, el bloque favorable a Netanyahu tendría 52 escaños, por los 57 de la oposición.