Manifestación propalestina en Nueva York. - Europa Press/Contacto/Brian Branch Price
MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha reclamado al Gobierno de Estados Unidos que no deje que las "turbas" propalestinas que desde hace semanas se manifiestan en las universidades exigiendo un alto el fuego marquen la política exterior de la Casa Blanca y mantenga su estatus de "potencia global suprema".
"¿Hacia dónde va Estados Unidos? ¿Sucumbirá a esta locura, a estas turbas en esas universidades, a este flagrante antisemitismo que está arrasando el mundo?", se ha preguntado Netanyahu en una entrevista concedida al columnista estadounidense Dan Senor, de la que se han hecho eco medios israelíes.
"El destino del mundo depende de hacia dónde vaya Estados Unidos. Creo que por el bien de la humanidad, por el bien de nuestro futuro común, nuestros valores comunes, nuestra civilización, es muy importante que Estados Unidos conserve su posición dominante como potencia global suprema", ha valorado.
En ese sentido, Netanyahu señala que la posición de Estados Unidos como potencia hegemónica también está siendo cuestionada como una forma, ha dicho, de atacar a Israel, intentando hacer un paralelismo entre la situación en Oriente Próximo y las críticas que Washington está recibiendo por su papel en esta crisis.
"Estas muchedumbres, estas turbas en las universidades estadounidenses queman la bandera israelí y la bandera estadounidense. Corean: 'Muerte a Israel, muerte a Estados Unidos'. Así que estamos librando una batalla común, una batalla entre civilización y barbarie", ha asegurado.
En esta misma entrevista, Netanyahu ha vuelto a advertir de que Israel seguirá por su cuenta en lo que respecta a la invasión de Rafá aun sin contar con el apoyo de sus tradicionales aliados, especialmente Estados Unidos, después de que anunciara una moratoria en la entrega de armamento debido a esta incursión.
"Si tenemos que estar solos, lo estaremos", ha enfatizado una vez más un Netanyahu que ha advertido de que esta tensión entre Estados Unidos e Israel no ayuda en absoluto a las negociaciones para la liberación de los algo más de rehenes que continúan bajo cautiverio de Hamás ni a mejor la situación en la región.