DAKAR 10 Nov. (Reuters/EP) -
Las miles de personas que han huido de la lucha tribal, la anarquía y la escasez de comida en el este de Malí en las últimas semanas han hecho que el número de refugiados malienses en Níger sea el mayor desde que estalló el conflicto en Malí en 2012, según ha informado este martes el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Unos 4.000 refugiados malienses han cruzado la frontera desde octubre, lo que supone que el número total de refugiados en Níger alcanza los 54.000, sin tener en cuenta otros 3.000 que esperan ser registrados, según ACNUR.
"No es solo la violencia de los combates, es la anarquía. Hay una ausencia de Administración en el este, no hay suficiente seguridad", ha alertado el portavoz de ACNUR, Leo Dobbs, en una rueda de prensa. "Es un hecho preocupante e inesperado que está tensando nuestra operación en Níger", ha criticado Dobbs.
ACNUR ha explicado que la mayoría de los últimos refugiados han llegado de las localidades rurales en el este del país, después de escapar de los combates tribales, mientras que otros han huido a causa de la inseguridad que ha dificultado el acceso a las tierras de pastoreo y ha amenazado su sustento.
La mayoría de las mujeres refugiadas han asegurado que les han robado sus animales, que sus hijos no pueden ir a la escuela y que los edificios públicos han sido dañados en ausencia de autoridades nacionales.
Mientras que algunos refugiados en los campamentos de Níger quieren volver a casa, muchos otros han dejado las tiendas de campaña y las han sustituido por casas hechas de barro, lo que indica que esperan permanecer en el país durante un tiempo impredecible, ha aclarado ACNUR.
"Hemos repatriado a más de 900 personas este año, pero se ha visto reducido por el número de aquellos que han empezado a llegar de forma masiva, especialmente en los últimos meses", ha lamentado Dobbs. Los logros alcanzados en los campamentos en términos de matrícula en educación secundaria, buena nutrición y niveles comparativamente bajos de pobreza están amenazados debido a las nuevas llegadas y a los reducidos presupuestos, ha añadido.
ACNUR necesita 20,5 millones de dólares (19 millones de euros) para apoyar a los refugiados malienses en Níger, de los cuales solo han conseguido 5,2 millones (unos 4,8 millones de euros), es decir, el 26 por ciento.
CONFLICTOS TRIBALES
El conflicto en Malí comenzó en 2012, cuando una coalición de rebeldes separatistas y de milicias vinculadas a Al Qaeda se expandió por el norte del país, lo que obligó a que 50.000 personas buscaran refugio en el vecino Níger.
Una intervención militar liderada por Francia en 2013 expulsó a las milicias de las principales localidades que habían ocupado, pero en 2014 los grupos armados forzaron al Ejército de Malí a que dejara sus puestos en el norte y aún continúan los ataques contra los soldados malienses y contra los 'cascos azules' de la ONU.
Un acuerdo de paz en junio entre el Gobierno y los separatistas no logró poner fin a la violencia ni al flujo de refugiados hacia Níger, aunque en octubre dos clanes tuaregs rivales en el norte pusieron fin a décadas de enfrentamientos.