MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Níger, Mahamadou Issoufou, ha solicitado este martes a su homólogo francés, François Hollande, que París aumente sus operaciones militares contra los grupos armados islamistas que operan en África occidental, entre ellos la secta nigeriana Boko Haram.
La visita de Issoufou a París tiene como principal punto de la agenda la lucha antiterrorista y la cooperación entre ambos países, y el mandatario nigerino ha aprovechado para condenar la muerte de un policía y su pareja en la capital, recalcando que "la lucha contra el terrorismo es una lucha común".
"Hemos abordado varios temas en los que tenemos puntos de vista similares, es decir, seguridad, migración y cooperación a nivel de desarrollo económico y social", ha dicho, según ha informado el diario nigerino 'Le Sahel'.
Respecto a la lucha antiterrorista, el mandatario nigerino ha recalcado que Níger "no tiene un problema de presencia de terroristas", asegurando que "el país está amenazado desde el exterior".
Por ello, ha desvelado que ha pedido apoyo a Hollande "para sacar adelante todas las iniciativas que debemos aplicar para hacer frente a la inseguridad en la subregión".
Así, y tras aplaudir la 'Operación Barjane' de las fuerzas francesas, Issoufou ha expresado su deseo de que París "mantenga su apoyo a los planes de Níger para mejorar las capacidades operacionales para hacer frente a esta peligrosa amenaza".
Por su parte, Hollande ha reiterado su respaldo a la fuerza multinacional --integrada por Nigeria, Camerún, Chad, Níger y Benín-- que combate contra Boko Haram, que el año pasado juró lealtad al grupo yihadista Estado Islámico.
Boko Haram mató a 30 soldados nigerinos y provocó el desplazamiento de 50.000 personas tras tomar Bosso a principios de junio, en su ataque más mortífero en Níger en un año. En respuesta, Chad envió a unos 2.000 militares a la zona para ayudar a Níger.
Boko Haram --que significa "la educación occidental es pecaminosa" en idioma hausa-- lucha por establecer un Estado islámico en Nigeria y en 2014 mató a más de 10.000 personas, según un recuento realizado por el Council on Foreign Relations.
El grupo ha intensificado en los últimos meses sus ataques en los países vecinos de Nigeria, especialmente en Níger, donde se han producido varios atentados, si bien otros han sido desbaratados a tiempo por las fuerzas de seguridad.