LONDRES 13 Oct. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Varias organizaciones humanitarias han denunciado que muchos de los menores que viven sin acompañantes en el campamento de 'La Jungla' de Calais, en el norte de Francia, que será desmantelado definitivamente este mes, recurren a traficantes de personas para poder llegar a Reino Unido.
Al menos 6.000 refugiados viven en condiciones miserables en el campo de 'La Jungla' a la espera de llegar a Reino Unido, que se encuentra a unos 33 kilómetros al otro lado del Canal de La Mancha. Según fuentes oficiales, más de 1.000 niños viven en el campo, de los cuales 180 tienen algún familiar residiendo en Reino Unido.
El adolescente afgano Nasir ha indicado que los menores temen lo que pueda suceder después de que 'La Jungla' sea cerrada, por lo que muchos de ellos han pagado unas 3.000 libras (3.326 euros) a grupos de traficantes para poder trasladarse a territorio británico.
"Un hombre me pidió unas 3.000 libras a cambio de introducirme en un camión frigorífico y ayudarme a llegar a Reino Unido, pero no tengo dinero", ha indicado Nasir, de dieciséis años. "No soy el único, todos en el campo estamos muy preocupados. Han dicho que lo cerrarán el lunes", ha añadido.
El miembro de la Unidad de Tráfico de Personas de Scotland Yard Kevin Hyland ha alertado de que muchos niños están recurriendo a redes de tráfico de personas en vez de utilizar las vías oficiales de solicitud de asilo.
A pesar de que varias organizaciones humanitarias y grupos de defensa de los Derechos Humanos han instado a la Justicia francesa a detener el cierre de 'La Jungla', las autoridades francesas han anunciado que las tareas de desmantelamiento proseguirán y que la "gente será retirada de las chabolas".
El Gobierno francés, que pretende cerrar el campo lo antes posible, ha comenzado a redistribuir a los refugiados en centros de recepción de menor tamaño. "La jungla de Calais se acabó", ha indicado el director general de la Oficina Francesa de Protección de los Refugiados y Apátridas (OFPRA), Pascal Brice.
"Lo que queda ahora es que el mensaje se extienda y la gente se de cuenta de que no hay posibilidades de ir hasta allí", ha añadido Brice.
AUMENTO DE LA TENSIÓN
La incertidumbre sobre el cierre definitivo del campo, que ha aumentado debido a la falta de información, ha provocado un repunte de la tensión entre los residentes. "Nadie sabe qué está pasando. No hay información oficial", ha aseverado Kistin Shirling, miembro de la organización Refugee Info Bus.
El Gobierno británico ha sido acusado de falta de voluntad política a la hora de ofrecer ayuda a los niños que se encuentran en 'La Jungla'. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha instado a las autoridades a acelerar el proceso de redistribución de los menores.
El ministro del Interior de Reino Unido, Amber Rudd, ha indicado que el país está dispuesto a comprometerse con los menores provenientes del campo de Calais y ha insistido en que las autoridades francesas deben acelerar los trámites.
Bajo la legislación europea, los solicitantes de asilo deben pedir refugio en el primer país al que llegan. Sin embargo, los niños pueden solicitar que sus documentos sean revisados en otros países si, por ejemplo, alguno de sus familiares reside en ellos.
"Mi tío está en Reino Unido, pero no sé si me acogerán. Seguiré intentándolo hasta que nos obliguen a marcharnos del campo", ha indicado Nasir. Rudd ha informado de que un 80 por ciento de los niños sin acompañantes han sido aceptados y serán transferidos.