MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Unos 300.000 niños en la región congoleña de Kasai, inmersa desde agosto de 2016 en un conflicto armado, presentan malnutrición aguda, lo que les sitúa en riesgo de morir de hambre, y en algunas zonas los niveles son similares a los de hambrunas vividas en países como Etiopía o Sudán, ha advertido el coordinador de emergencias del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) en RDC, Óscar Butragueño.
En una entrevista con Europa Press, Butragueño ha dado la voz de alarma sobre la "grave situación nutricional" en la que se encuentra esta región del sur de RDC, que había conseguido mantenerse al margen de la persistente violencia en otras partes del país hasta ahora.
El conflicto, que enfrentó inicialmente a la milicia Kamuina Nsapu, por el nombre de un líder tradicional, con las fuerzas de seguridad congoleñas, provocó hasta 1,5 millones de desplazados internos, si bien según las últimas estimaciones de la ONU alrededor de la mitad de estas personas han vuelto ya a sus comunidades.
DUTOURTHOUMIEU / UNICEF
Quienes regresan se están encontrando en muchos casos con sus viviendas y cosechas destruidas y sin medios para subsistir, ya que carecen de semillas o herramientas con las que poder cultivar. Además, hasta 408 escuelas y 205 centros de salud fueron quemados por los milicianos, que inicialmente atacaron edificios oficiales por considerarlos símbolos del poder del Estado.
Desde septiembre la violencia está remitiendo, lo que además de facilitar el retorno de los desplazados también está ayudando a las organizaciones humanitarias a llegar más allá de las grandes ciudades de la región, Kananga y Tshikapa, donde se habían centrado hasta ahora los esfuerzos de asistencia.
Según ha explicado Butragueño, las siete encuestas nutricionales que ha realizado UNICEF en siete áreas de salud en la región han arrojado datos preocupantes. En todas ellas, la desnutrición aguda severa está por encima del 3 por ciento, nivel de emergencia para la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegando en algunos casos hasta el 4 por ciento, mientras que la desnutrición aguda moderada se sitúa en el 10 por ciento, aunque en algunas zonas alcanza el 15 por ciento,
NIVELES DE HAMBRUNAS HISTÓRICAS
El responsable de UNICEF ha resaltado que los niveles que están encontrando son similares a los que había en las hambrunas registradas hace años en Etiopía o Sudán y ha incidido de que los niños desnutridos están más expuestos a contraer enfermedades, principalmente respiratorias y diarreas, que les pueden terminar costando la vida.
Así, ha indicado que en tres distritos más afectados se estima que ha habido una tasa de mortalidad de dos niños muertos por cada 10.000 al día, lo cual es una cifra "muy alta". Prueba de la gravedad de la situación en Kasai, ha precisado, es que la tasa de mortalidad infantil es de 138 por cada 1.000 niños nacidos que viven el primer año, cuando en España es de 3,33 por cada 1.000 y en Afganistán, el peor país en este ámbito, es de 117,2 por cada 1.000.
DUTOURTHOUMIEU / UNICEF
Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) hacen un diagnóstico igualmente pesimista. Según ha explicado Pablo Álvarez, que lidera uno de los equipos móviles con los que la ONG visita las zonas rurales afectadas por el conflicto, en muchos sitios se han encontrado con "un nivel del 10 por ciento o más" de desnutrición en menores de 5 años cuando "el nivel de emergencia para la OMS es del 5 por ciento".
"La situación de malnutrición es desastrosa", ha subrayado el responsable de MSF. "He estado en varios proyectos de malnutrición pero lo que estoy viendo aquí no lo había visto en otros sitios", ha resaltado, precisando que se han llegado a encontrar casos de "adultos desnutridos", algo poco habitual porque para llegar a esa situación hace falta tiempo.
Sin embargo, es algo que no extraña tanto a UNICEF como a MSF, puesto que muchas personas han pasado semanas o incluso meses escondidas en los bosques alimentándose en algunos casos con hojas, y muchos habrían muerto en estas condiciones.
POSIBLES BROTES DE ENFERMEDADES
Otra de las preocupaciones de las organizaciones humanitarias es la posibilidad de brotes de enfermedades. Por lo pronto, la epidemia de cólera que azota al país --donde la enfermedad es endémica-- ha alcanzado por primera vez en 10 años Kasai. Según los últimos datos de la ONU, los casos en las provincias de Kasai y Lomani están aumentando mientras en otras partes del país remiten. En lo que va de año, en RDC ha habido más de 44.000 casos de cólera y 882 muertos. Según Butragueño, en Kasai se han contabilizado 530 casos y 40 muertos.
En Lomani también se han producido muchos casos de rubeola, por lo que recientemente han sido vacunados 1,4 millones de niños. Según Álvarez, existe igualmente un "riesgo importante de sarampión" puesto que muchos niños no han sido vacunados y aquellos que están desnutridos tienen más probabilidades de contraer la enfermedad.
DUTOURTHOUMIEU / UNICEF
Dado que, ha explicado el pediatra de MSF, "el sistema de salud está totalmente colapsado" después de que muchas clínicas fueran destruida y su personal se viera obligado a huir, la ONG ha puesto en marcha su propio sistema de vigilancia a través de una serie de contactos en las comunidades y en centros de salud para que alerten en caso de que aparezcan determinadas enfermedades, con el fin de tratar de "evitar que haya epidemia, aunque el riesgo existe".
UNICEF también trabaja ayudando a desmovilizar a los niños que han sido enrolados en las milicias. Según el coordinador de emergencias, se estima que entre el 40 y el 60 por ciento de los milicianos en Kasai son menores de edad. Para ello, apoyan los centros de transición en los que se les desmoviliza, ofreciendo apoyo psicosocial y preparándoles para que vuelvan con sus familias, si las tienen. Hasta ahora, unos 800 niños se han beneficiado de este programa.
IMPACTO PSICOLÓGICO
Butragueño ha incidido igualmente en el "impacto psicológico" que el conflicto está teniendo en los niños, muchos de los cuales se han quedado huérfanos y han visto como mataban, o incluso decapitaban a sus padres o algún familiar, o han quedado separados de sus familias.
Para superar este trauma, y dado que "cualquier niño con el que hables quiere ir a la escuela", UNICEF también está trabajando en la construcción de escuelas temporales que puedan pasar a gestionar posteriormente las propias comunidades.
Ambos han resaltado que la mejora de la situación de la seguridad en las últimas semanas, pese a que persisten focos de violencia, ha facilitado el acceso de las organizaciones humanitarias, pero aún hacen falta tanto más fondos como más presencia para poder atender las necesidades de los afectados por el conflicto en Kasai.
"Lo principal es que la comunidad internacional no se olvide de la situación en RDC", ha sostenido Butragueño, reconociendo que actualmente hay otras crisis que atraen más atención. Para Álvarez, es igualmente necesario que haya más ONG presentes en el terreno ya que ahora "no están todos los que deberían de estar".