BENTIU, 19 Feb. (Reuters/EP) -
Más de 15.000 niños sursudaneses vagan por Sudán del Sur en medio de la guerra civil buscando a sus padres, según la base de datos de organizaciones locales y UNICEF. Son parte del éxodo de cientos de miles de personas que intentan escapar de los enfrentamientos entre las fuerzas del presidente Salva Kiir, enfrentado a quien fuera su mano derecha, Riek Machar, expresión de un conflicto étnico entre los dinka y los nuer.
Nyagonga Machul es una de las afortunadas. Encontró a sus hijos tras una odisea que comenzó en 2013, cuando estalló la guerra en un momento en el que se encontraba separada de Nhial, su hijo mayor, de 14 años, protector de sus hermanos Ruai, Machiey, Nyameer y Nyawan.
Nyangonga los encontró en Bentiu, en el norte del país, a más de 1.000 kilómetros de la capital, Juba, donde se encontraba al inicio de las hostilidades. Había dejado a sus hijos con su abuela cuando atacaron su poblado. Los niños, aterrorizados, huyeron por el Nilo, en aguas infestadas de serpientes y cocodrilos.
Finalmente llegaron a un gigantesco campo de desplazados en Bentiu, donde malviven más de 120.000 personas, rodeadas de alambradas y torres con guardias armados, hasta ser identificados por CINA, una organización local que cuenta con el respaldo de UNICEF.
La portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Marianna Zaichykova, constata lo evidente: las posibilidades de supervivencia de un niño en la guerra se disparan cuando están acompañados de sus padres. Sin embargo, y como es habitual, la portavoz lamentó la falta de fondos para su programa de reunificación: la ausencia de dinero provocó que el descenso en un 50 por ciento de las reuniones el año pasado por la falta de dinero para buscar a las familias.