Los niños, principales damnificados de las restricciones por la COVID-19 en los campamentos rohingyas

Atención a niños refugiados rohingya en Bangladesh
Atención a niños refugiados rohingya en Bangladesh - UNICEF/RASHAD WAJAHAT LATEEF - Archivo
Publicado: lunes, 24 agosto 2020 9:59


MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las restricciones adoptadas en los campamentos de refugiados rohingyas de Bangladesh para contener la expansión del coronavirus se han cebado especialmente con los 460.000 niños que viven en estos enclaves, donde los servicios educativos permanecen interrumpidos desde el pasado mes de marzo.

La directora del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) para el Asia Meridional, Jean Gough, ha advertido en un comunicado de que "los niños rohingya refugiados necesitan oportunidades para desarrollar el conocimiento y habilidades para su futuro", en la medida en que "esto les permitirá contribuir a la paz y la estabilidad".

La educación quedó paralizada en Cox's Bazar al mismo tiempo que en el resto de Bangladesh y UNICEF estima que unos 315.000 niños y adolescentes se han quedado sin clases. La agencia intenta involucrar a padres y cuidadores para que fomenten la educación a distancia y proporciona material, mientras que se ha extendido la figura de los profesores voluntarios.

El 77 por ciento de los niños han realizado actividades educativas dirigidas por su cuidador en casa, según una reciente encuesta. Sin embargo, para muchas familias este método es inviable, ya que no todos los padres saben leer y escribir y se hace necesario buscar métodos alternativos.

"A pesar de unas circunstancias difíciles de imaginar, que han empeorado por las lluvias del monzón y la pandemia mundial, estas familias siguen enseñándonos cada día lo fuertes, valientes y perserverantes que son", ha dicho Gough, al recordar la "resiliencia extraordinaria" que han demostrado estos refugiados, muchos de los cuales huyeron de la violencia militar iniciada hace tres años en Birmania.

UNICEF ha llamado a redoblar esfuerzos ahora que muchos de estos niños inician ya el que será su cuarto año como refugiados, con vistas a lograr "un retorno voluntario, seguro, digno y sostenible". En este sentido, ha apelado al "generoso apoyo" de la comunidad internacional en un momento en que las necesidades de los refugiados han aumentado por la pandemia.

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