Niños soldado: el camino hacia una nueva vida

Exniños soldados en un programa de reintegración apoyado por World Vision
Exniños soldados en un programa de reintegración apoyado por World Vision - WORLD VISION
 
Actualizado: miércoles, 12 febrero 2020 9:37

MADRID, 12 Feb. (Por el doctor Mesfin Loha, director de World Vision Sudán del Sur) -

La difícil situación que han vivido los niños asociados con las fuerzas y grupos armados está más allá de toda descripción. Simplemente no podemos ponernos en su lugar. Por lo tanto, no intentaré compartir el horror que muchos de estos niños han compartido conmigo previamente.

Mi primera interacción con algunos de los ex niños soldado fue en febrero de 2018. Solo llevaba unos meses trabajando en mi nuevo papel como director nacional de World Vision en Sudán del Sur. Muchos de esos niños eran jóvenes, algunos tan jóvenes que apenas tenían once años.

Estaban asustados, perplejos y demacrados por quedarse demasiado tiempo en el monte. "El monte", así es como se llama a la zona alejada de los núcleos urbanos en la que los niños viven mientras son entrenados tras ser secuestrados.

Fue desgarrador ver a las niñas, tan niñas todavía, apenas capaces de llevar en brazos a sus bebés. Sus rostros mostraban desesperación. La mayoría estaban débiles y parecían anémicas. Las que estaban embarazadas tenían la mirada perdida, con una triste expresión de incertidumbre.

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Exniños soldados en un programa de reintegración apoyado por World Vision - World Vision

World Vision, con el apoyo de UNICEF y otros socios, lanzó un programa específico para la Gestión Integral de Casos y el Apoyo Psicosocial Comunitario, una iniciativa destinada a proporcionar asistencia a los niños y niñas que fueron liberados de las fuerzas y grupos armados. En ese momento el programa ayudó a la curación e integración de 988 niños pero muchos más no pudieron escapar de su cautiverio y miles más podrían estar en peligro de secuestro.

Gina, cuyo nombre no es real, encontró consuelo en el apoyo de la trabajadora social, su familia y World Vision mientras trataba de recomponer las piezas de su vida después del secuestro.

El Centro de Cuidados Provisional ha sido un punto de partida crucial para los niños no acompañados y separados, para los que necesitaban atención especial, para aquellos con problemas de salud mental, y un largo etcétera.

Este centro ha sido reconocido como la mejor práctica para rehabilitar a los menores utilizando soluciones basadas en la comunidad. Es un trampolín para el trabajo de evaluación, atención especializada y reunificación familiar. Sin embargo, una reintegración exitosa requiere programas a largo plazo para abordar las necesidades multifacéticas de estos niños. Los programas deben ir más allá del primer año de rehabilitación si queremos pensar en la reinserción de los menores.

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Exniños soldados en un programa de reintegración apoyado por World Vision 

EL TRABAJO TRAS LA REINSERCIÓN DE NIÑOS SOLDADO

No debemos pensar en trabajar solo con los menores tras el secuestro y la tortura. Debemos comenzar por intensificar los programas a largo plazo con los niños y niñas soldado, además de exigir un papel cada vez mayor del gobierno en la prevención del reclutamiento de niños.
El Gobierno de Sudán del Sur aprobó una ley que penaliza el reclutamiento y el uso de niños menores de 18 años por parte de las fuerzas armadas.

Ya es hora de dar un paso más y hacer que las voces colectivas sean más fuertes y hagan que esta ley se ejecute. El estado actual del país pide un enfoque múltiple que incluya la ampliación de las intervenciones apropiadas al contexto para apoyar a los menores liberados en el camino hacia una nueva vida.

No podemos olvidar que debemos continuar empleando todos nuestros esfuerzos en asegurar que las multitudes de menores que aún están bajo cautiverio sean liberadas con urgencia.

Estamos hablando de 19.000 niños y niñas asociados actualmente con las fuerzas y grupos armados del país. No podemos devolverles su infancia pero sí podemos ofrecerle un futuro en el que vivan completamente integrados y tengan el apoyo de su familia, la comunidad y las instituciones.