MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
Los niños venezolanos que viven en Brasil tienen un 53 por ciento menos de probabilidades de asistir a la escuela que sus compañeros brasileños, según un estudio del Banco Mundial y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) lanzado este martes.
En concreto, en cuanto al sector educativo, tanto la niñez como la adolescencia en edad escolar se encuentran en desventaja frente a sus contrapartes brasileñas. Según el censo educativo de 2020, apenas 37.700 niñas y niños de Venezuela, el 45 por ciento, se inscribieron en la escuela. En contraste, el 85 por ciento de la niñez brasileña lo hizo.
Incluso cuando logran inscribirse, las personas venezolanas suelen asistir a escuelas sobrepobladas y se les coloca en grados inferiores. Aunado a lo anterior, no es suficiente el número de docentes que habla español. De ser así, abonaría el éxito de la población venezolana en las aulas.
El trabajo, que subraya los retos a los que se enfrentan las personas venezolanas obligadas a abandonar su país mientras hacen lo posible por reconstruir sus vidas en Brasil, agrega que, aún en el mismo nivel educativo, los venezolanos en Brasil tienen 64 por ciento menos de probabilidades de obtener un empleo que los brasileños.
De acuerdo con el estudio, solo el 12 por ciento de la población venezolana en edad productiva en Brasil tiene un empleo formal. En ese sentido, los venezolanos que han logrado obtener un empleo formal tienden a ser jóvenes y, por lo general, se graduaron de la escuela preparatoria. Sin embargo, en comparación con la ciudadanía brasileña, suelen trabajar más tiempo, reciben sueldos más bajos y su estabilidad laboral es también precaria.
Se estima que 260.000 venezolanos viven actualmente en Brasil, después de haber huido de la crisis económica, política y social en su país. Si bien el marco jurídico brasileño es favorable, muchas de estas personas enfrentan obstáculos en el acceso a servicios sociales, el mercado laboral formal y el sistema educativo.
El Banco Mundial y ACNUR destacan que muchos de estos obstáculos derivan de barreras lingüísticas y de las dificultades que se presentan al momento de corroborar capacidades profesionales o de validar la documentación que ampara la formación educativa.
ASISTENCIA SOCIAL
No obstante, Brasil ofrece asistencia social a las personas extranjeras, sin importar su condición migratoria, incluso durante la pandemia. De hecho, el número de venezolanos que ha recibido ayuda financiera mediante programas sociales se ha triplicado desde el brote de COVID-19. Hoy en día, el 18 por ciento de las personas venezolanas en Brasil recibe este tipo de apoyo.
Aun así, en comparación con la ciudadanía brasileña, los venezolanos tienen 30 por ciento menos probabilidades de registrarse para recibirlo. De cualquier manera, la formación profesional y el nivel educativo de quienes sí reciben ayuda financiera son mucho más altos que el de la población nacional.
La experta en Protección Social del Banco Mundial Rovan Battaglin Schwengber ha trasladado su "esperanza" de que las recomendaciones emitidas en el informe "ayuden a que las personas venezolanas encuentren un hogar en Brasil".
Por su parte, el economista asociado de ACNUR Nikolas Pirani, que ha participado en la elaboración del estudio, ha indicado que "la inclusión e integración en otro país constituyen un proceso a largo plazo cuya efectividad requiere compromiso, recursos y un enfoque verdaderamente integral".
Así, ACNUR, que apoya a los venezolanos en sus esfuerzos de integración, ha instado al Gobierno de Brasil a continuar implementando políticas que "consideren" las necesidades de las personas venezolanas en el país latinoamericano, como por ejemplo aumentar la capacitación lingüística de docentes, así como ampliar la capacidad de las escuelas --sobre todo en la Región Norte--.