BUENOS AIRES, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El fallecido fiscal argentino Alberto Nisman escribió una versión, finalmente descartada, de su denuncia contra Cristina Kirchner en la que solicitaba el desafuero y la detención de la Presidenta, del ministro de Exteriores, Héctor Timerman y el activista Luis D'Elía, según ha informado este domingo el diario 'Clarín'.
La Policía encontró una copia parcial de esta versión en el cubo de la basura de la oficina de Nisman, que investigaba por el supuesto encubrimiento oficial del atentado de 1994 contra el edificio de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina) y el memorándum con Irán, que se hizo para investigar y juzgar en aquel país a los sospechosos.
Fuentes judiciales le confirmaron a Clarín que esa parte, desconocida hasta ahora, de la denuncia del fiscal ha sido incorporada como prueba en el expediente que investiga su muerte.
Antes de su muerte por aparente suicidio, Nisman no había hecho nunca alusión a petición alguna para desaforar y detener a la presidenta o al ministro. Simplemente, se limitó a pedir al juez que citara a declarar a ambos, a D'Elía y a otros investigados como Jorge "Yussuf" Khalil, o el jefe de La Cámpora, Andrés Larroque, según 'Clarín'.
SOSPECHAS DE LA CIA
La Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) cree que la muerte Nisman se debió a una disputa de la Secretaría de Inteligencia (SIDE), los servicios secretos argentinos, con el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández y descartan una intervención de Irán.
"En Langley (sede de la CIA) creen que el operativo tiene que ver más con una pelea interna en Argentina que con Irán", ha explicado una fuente de la CIA conocedora de los asuntos argentinos en declaraciones al diario 'Clarín'. "No hay ninguna duda que el operativo fue hecho por profesionales, aunque nadie sabe con certeza lo que realmente ocurrió", ha añadido.
En realidad se estarían barajando dos hipótesis. La primera sería que Fernández expresó su deseo de deshacerse de Nisman por su denuncia, y que por ello los servicios secretos decidieron cumplir su deseo con o sin su autorización. La segunda, que otros miembros de los servicios realizaron el operativo para debilitar a Fernández debido a la reestructuración que había comenzado a hacer en la SIDE.
"La CIA cree que el operativo tuvo más ver con una puja interna en el Gobierno y menos con Nisman y lo que estaba investigando. Alguien quiso complicar a Cristina por los cambios que estaba haciendo en la SIDE", ha indicado la fuente. De hecho, dentro de la CIA hay quien "no le dan crédito" a la denuncia de Nisman porque hasta ahora lo único que se ha escuchado son casettes de Luis D'Elia hablando con su contacto iraní y "nadie le da crédito aquí al piquetero". En cambio, "si hubiera escuchas de, por ejemplo, Carlos Zannini negociando un intercambio del memorándum contra petróleo, eso sería otra cosa".
"Cristina creó su propio Frankestein. No es una víctima como quiere hacerle creer a los argentinos. Es la responsable. Se metió con los servicios secretos y se les dieron vuelta y el resultado es lo de Nisman", ha expresado otra de las fuentes consultada por 'Clarín'. "Esto no tiene nada que ver con Irán, esto tiene que ver con los servicios de inteligencia argentinos", ha agregado.
Ambas fuente dijeron, sin embargo, que nadie sabe con certeza lo que ocurrió. "Recuerde que desde 2011 el número de agentes de la CIA, el FBI o la DEA en Argentina se redujo al mínimo", ha destacado la fuente de la CIA. Por eso nadie descarta tampoco que la muerte de Nisman haya tenido lugar para impedir que su denuncia sea presentada ante el Congreso.
'Clarín' sostiene además que durante la investigación sobre el ataque contra la AMIA, Nisman tuvo una relación muy estrecha con la Embajada de Estados Unidos. WikiLeaks prueban que los agentes de inteligencia estadounidenses no solo eran una fuente de información para Nisman sino que en muchos casos también guiaban su investigación. En ese sentido, la CIA tendría que tener mas información sobre la muerte de Nisman de lo que dice.
El atentado contra la AMIA tuvo lugar el 18 de julio de 1994 y se saldó con 85 muertos y 300 heridos, convirtiéndose así en el mayor ataque terrorista perpetrado en suelo argentino. A pesar de ello, sigue sin resolver porque los sospechosos, cinco iraníes entre los que se encuentran el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanyani y el exministro de Defensa Ahmad Vahidi, nunca han sido interrogados.