MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) ha creado un juego 'on line' en el que desafía el conocimiento que tienen los jóvenes de todo el mundo sobre las leyes de la guerra, establecidas en las Convenciones de Ginebra, núcleo del Derecho Internacional Humanitario, después de que una encuesta revelara "opiniones sumamente preocupantes" sobre temas como la tortura o los ataques a la población civil.
'No seas indiferente' (dontbenumb.icrc.org/es) plantea un test con preguntas sobre cuatro categorías --comportamiento en la guerra, misiones médicas, tortura y patrimonio cultural-- que premia con cuatro medallas --integridad, humanidad, dignidad y respeto-- y, al final de cada una, permite conocer qué han respondido en otros países del mundo.
Así, por ejemplo, en la categoría de 'tortura', se pregunta si es correcto torturar a un enemigo para obtener información sobre un ataque y, mientras que Yemen o Colombia responden bien, en Estados Unidos, Israel y Nigeria lo hacen mal.
El CICR ha acompañado el lanzamiento de este juego interactivo con el vídeo 'Decisiones', en el que a través de la rutina diaria de un niño que vive en un país en conflicto muestra cómo las elecciones que toman las partes sobre sus ataques pueden salvar vidas o seguir engrosando el balance de víctimas.
El objetivo es "poner a prueba a los Millennials y a la Generación Z sobre las elecciones que consideran importantes en un conflicto, así como su conocimiento acerca de los principios básicos de la humanidad que destacan los Convenios de Ginebra, algo "crucial" para que "no crezcan sin comprender la importancia de las normas de la guerra".
El CICR ha decidido dar este paso tras conocer los resultados de la encuesta 'Voces de la guerra', realizara el año pasado entre 17.000 personas de 16 países, que revelan "opiniones sumamente preocupantes sobre la tortura y las víctimas civiles".
"Solo el 50 por ciento de los encuestados en los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China) consideran que está mal atacar a combatientes enemigos en zonas habitadas a sabiendas de que muchos civiles podrían morir", ha indicado el CICR en un comunicado.
Sin embargo, arrojó igualmente datos alentadores, ya que "ocho de cada diez personas encuestadas creen que los combatientes deben evitar lo máximo posible a los civiles al atacar al enemigo" y "el mismo porcentaje de encuestados considera que está mal atacar hospitales, ambulancias y trabajadores sanitarios para debilitar al enemigo".
"Las personas en todo el mundo creen firmemente que se debe imponer límites a la guerra y quienes viven en las realidades cotidianas del conflicto todavía creen que los límites evitan que los conflictos se intensifiquen", ha dicho el presidente del CICR, Peter Maurer.
Pese a ello, "en muchas situaciones vemos una impactante falta de respeto por los principios básicos del Derecho Internacional Humanitario en lo que respecta a la conducción de las hostilidades, la forma en que se libran las guerras y la forma en que se utilizan las armas", ha lamentado.
En este contexto, ha advertido Maurer, "los fundamentos básicos de nuestra humanidad compartida están siendo cuestionados" y "no podemos permitir que los bombardeos a civiles o los ataques contra hospitales se vuelvan aceptables, para convertirse en la nueva normalidad".
Maurer ha defendido que "las personas que sufren en las guerras merecen nada menos que respeto por las leyes que protegerán sus vidas y su dignidad" y que todos los países del mundo se han comprometido a cumplir firmando los Convenios de Ginebra. "Las guerras sin límites son guerras sin fin", ha alertado.