Niños refugiados en Berlín,  Alemania
UNICEF/UN04024/GILBERTSON VII
Actualizado: martes, 20 diciembre 2016 21:45

BERLÍN 20 Dic. (Reuters/EP) -

Decenas de refugiados en Berlín han pedido a los alemanes que no coloquen un velo de sospecha sobre todos los solicitantes de asilo, después de una redada policial en un centro para refugiados en las afueras de Berlín, donde el refugiado paquistaní sospechoso de haber cometido el ataque contra un mercadillo navideño vivía antes de ser detenido y posteriormente puesto en libertad por la Policía.

"Claro que estamos preocupados", ha explicado Ibrahim Sufi, un joven sirio de 26 años que vive en el hangar número 7 del antiguo aeropuerto berlinés de Tempelhof, una gigantesca infraestructura construida durante la época nazi que ahora es utilizada para alojar a inmigrantes y solicitantes de asilo.

"Nos preocupa mucho cómo nos va a percibir la sociedad alemana después de este ataque terrorista", ha añadido Sufi, mientras mete las manos en los bolsillos en un intento de resguardarse del frío berlinés. "Mi mensaje para los alemanes es: 'No sospechéis de todos, no generalicéis'", ha dicho.

Los refugiados que viven en Tempelhof han sido abordados por decenas de periodistas en busca de información sobre la operación policial que han llevado a cabo las autoridades alemanas tras el ataque con un camión en un mercadillo navideño del centro de Berlín, que ha dejado 12 muertos y 48 heridos. Muchos de los inmigrantes se excusaban con los reporteros al salir con prisa del hangar en dirección a sus clases de alemán.

"Nos hemos despertado esta madrugada con gritos en alemán a eso de las tres y media", ha contado Safihulá, un refugiado afgano de 21 años que vive en el hangar 6 junto al joven paquistaní detenido. "No teníamos ni idea de lo que estaba pasando. Los guardas de seguridad nos ordenaron que no nos moviéramos. Poco después nos explicaron que había una redada policial, pero no nos dijeron nada más", ha explicado Safihulá en alemán.

Las fuerzas de seguridad alemanas penetraron en el centro de refugiados de Tempelhof al saber que el arrestado paquistaní residía allí. Tras su detención, la Policía admitió que no estaban seguros de si era el atacante y que era muy posible que el responsable siguiera en libertad. Varias horas después ha sido liberado sin cargos.

La llegada de más de un millón de inmigrantes procedentes de Oriente Próximo a Alemania --en su mayoría musulmanes que huyen de la violencia en Siria, Irak y Afganistán-- ha provocado un aumento de la xenofobia entre la población alemana, que pide un endurecimiento de las políticas migratorias y que ha retirado gran parte de su apoyo a la canciller, Angela Merkel. En 2015 se produjeron 59 ataques contra centros para inmigrantes sólo en Berlín. Este año han sido 48, de acuerdo con la Policía berlinesa.

"No tenemos nada que ver con este crimen", ha asegurado Ammar Wazzaz, un refugiado sirio de 45 años procedente de la localidad de Idleb. "Espero que este tipo de cosas no destrocen la reputación de refugiados como nosotros, que estamos muy agradecidos con Alemania", ha expresado.

Yaser, un joven sirio de 32 años, ha explicado que tuvo una terrible sensación de miedo y rechazo cuando leyó sobre el atentado en Facebook. "Hemos huido para escapar de este tipo de terrorismo y ahora nos sigue hasta aquí", ha afirmado con tristeza.

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