Berta Cáceres
GOLDMAN ENVIRONMENTAL PRIZE
Actualizado: martes, 21 junio 2016 18:31


MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

El nombre de Berta Cáceres, la activista hondureña asesinada el pasado marzo, aparecía en una lista de objetivos que había sido entregada a las fuerzas especiales del Ejército de Honduras, que han recibido entrenamiento por parte de Estados Unidos.

Un sargento del Ejército hondureño, Rodrigo Cruz --nombre falso por cuestiones de seguridad--, ha afirmado al diario 'The Guardian' que varias listas con nombres y fotografías de diversos activistas fueron entregadas a dos unidades de elite del Ejército para que procedieran a asesinarlos.

Según Cruz, el nombre de Cáceres aparecía en una lista que había sido entregada a la unidad policial de la Fuerza de Seguridad Institucional Nacional, conocida como Fusnia y que el pasado verano recibió entrenamiento por parte de agentes del FBI y la Marina estadounidenses.

Cáceres era una indígena lenca que realizó diversas labores de activismo contra la explotación del territorio de Honduras y de los indígenas por parte de multinacionales energéticas y que además recibió el Premio Goldman, conocido como el 'Nobel Verde', en 2015. Fue asesinada el pasado 3 de marzo en su casa por un grupo de sicarios.

"El testimonio de Cruz deja claro que hay escuadrones de la muerte que atacan a la oposición política, pero el sistema judicial está tan roto y tan controlado que no hay nadie que investigue estos temas", ha declarado la directora del grupo Derechos y Ecología, Annie Bird, que documenta los abusos contra los Derechos Humanos en Honduras.

Cruz también ha indicado que varios agentes de las unidades de elite que se negaron a acatar las órdenes han tenido que desertar, ha denunciado que 10 de sus antiguos compañeros han desaparecido y cree que están muertos.

Desde el golpe de Estado de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya, Honduras ha estado gobernada por un Gobierno de ideología conservadora que ha cedido licencias de explotación a diversas multinacionales en zonas frágiles para el medioambiente. Al menos 109 activistas fueron asesinados entre 2010 y 2015 en Honduras, convirtiendo el país en uno de las más peligrosos para el activismo ecológico.

"Se ha llevado a cabo una estrategia sistemática para matar a los líderes sociales más beligerantes. Desde que mataron a Berta, hay rumores de que ahora soy el número uno de las listas de objetivos", ha declarado el activista Vitalino Álvarez, que ha sobrevivido a cuatro intentos de asesinato.

El Gobierno de Estados Unidos ha entregado una cifra estimada de 200 millones de dólares como ayuda a la Policía y al Ejército hondureños desde 2010 como parte de un plan para contrarrestar el crimen organizado y la inmigración ilegal.

Estados Unidos ha dado estas entregas a cambio de ciertas garantías de Derechos Humanos, pero los grupos a favor de los Derechos Humanos denuncian que se están llevando a cabo asesinatos de manera arbitraria por parte de las fuerzas de seguridad, de hecho, el asesinato de activistas es uno de los principales problemas a los que tiene que hacer frente el país.

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