MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los ataques de Boko Haram y de su escisión, Estado Islámico en África Occidental (ISWA) se han intensificado en el último año, con el norte de Camerún como la zona más castigada por las acciones de estos dos grupos yihadistas, según el análisis realizado por el Africa Center for Strategic Studies (ACSS), vinculado al Pentágono.
Aunque los ataques han aumentado en los cuatro países bañados por el lago Chad --Nigeria, Níger, Camerún y Chad--, la provincia camerunesa de Extremo Norte ha sido la más afectada. Así, en los últimos meses los incidentes violentos han aumentado casi un 90 por ciento, hasta rondar los 400, en comparación con el aumento del 52 por ciento en Nigeria, país que vio nacer la insurgencia.
Según subraya el ACSS, el aumento de los ataques en Extremo Norte ha coincidido con un mayor número de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad nigerianas y los grupos islamistas de su lado de la frontera. "La creciente presión en Nigeria con mucha probabilidad ha forzado a estos milicianos hacia Camerún, lo que pone de relieve las dimensiones regionales de esta amenaza de seguridad", subraya en su análisis.
La mayoría de los incidentes registrados en Camerún han sido ataques contra civiles, el 59 por ciento. En total, en el último año ha habido 234 ataques de este tipo, una cifra que duplica los 100 registrados en el mismo periodo en Nigeria o los 92 de Níger, mientras que en Chad solo ha habido doce ataques contra civiles.
Dentro de este tipo de actos se engloban asaltos, secuestros para reclutar y a cambio de rescate y saqueo de aldeas y de campos de desplazados. Como resultado de ellos, el número de desplazados ha aumentado en Extremo Norte, donde son ya unos 321.900. En total, desde el inicio de la actividad insurgente en esta zona de Camerún ha habido más de 5.000 muertos.
ESCASA ATENCIÓN DEL EJÉRCITO CAMERUNÉS
Así las cosas, el ACSS ha puesto el acento sobre el hecho de que el Ejército camerunés ha estado principalmente centrado en las dos regiones de mayoría anglófona, escenario de un conflicto con grupos separatistas armados, mientras que trata la insurgencia de Boko Haram como "una amenaza transfronteriza".
Pese a haber destinado algunos efectivos a esta región, el Gobierno tiene como primera línea de defensa a los comités de vigilancia y los civiles de las zonas afectadas, lo que las convierte en "objetivos blandos" para los yihadistas, ha subrayado en su análisis.
"Sin una mejor coordinación sostenida entre los gobiernos de la región y a través de la Fuerza Multinacional Conjunta, Camerún seguramente verá cómo la amenaza de Boko Haram se sigue expandiendo", ha prevenido el centro de estudios.
En general, las gobiernos de los países de la cuenca del lago Chad usan el término Boko Haram para referirse indistintamente al grupo que lidera Abubakar Shekau, que fue el que inició en 2009 la insurgencia en el noreste de Nigeria, e ISWA, que se escindió del primero en agosto de 2016 y que mantiene su lealtad a Estado Islámico.