MADRID, 2 Ene. (EDIZIONES) -
El año 2020 arranca con algunas de las nuevas crisis que comenzaron en los últimos doce meses aún abiertas y sin una salida clara, en particular en Hong Kong, Irak o Líbano, y con dos grandes citas que marcarán la agenda en los próximos meses e incluso años, el Brexit y las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos.
El 31 de enero Reino Unido saldrá definitivamente de la Unión Europea, casi un año después de la fecha prevista, pero solo será el inicio de un proceso que se antoja complicado, puesto que aún queda por negociar la futura relación entre el país y sus antiguos socios y el plazo que se han marcado hasta finales de año podría no ser suficiente.
Al margen del Brexit, la UE encara el 2020 con un nuevo Ejecutivo comunitario con la conservadora Ursula von der Leyen a la cabeza y con Josep Borrell al frente de la diplomacia europea. Ahora está por ver, como apunta el CIDOB en su balance sobre 'El mundo en 2020', si imprime "un rumbo distinto", modifica las prioridades y cambia "las formas de hacer política".
Del otro lado del Atlántico, el año arranca con un Donald Trump convertido en el tercer presidente al que se someterá a juicio político en el Senado. El mandatario se muestra convencido de que saldrá airoso de esta prueba, dada la mayoría de la que disponen los republicanos en la Cámara Alta e incluso podría salir reforzado de cara a la cita con las urnas del 3 de noviembre, en las que parte como favorito para la reelección.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump - DPA
Trump también será clave a la hora de marcar la agenda internacional en los próximos meses, la cual ha conseguido moldear con su "comportamiento extravagante" y sus "decisiones erráticas", según incide CIDOB, que augura que "se convertirá en uno de los principales generadores de incertidumbre y perplejidad global en 2020".
SIGNOS ESPERANZADORES PARA EL FIN DE ALGUNOS CONFLICTOS
Escombros tras un bombardeo en Yemen - DPA
En lo que se refiere a los grandes conflictos abiertos en la actualidad, en general se puede hablar de señales positivas en muchos de ellos. La guerra de Siria, que se aproxima ya a su noveno aniversario, encara la que podría ser la batalla final, habida cuenta de la contundente ofensiva lanzada en las últimas semanas por el régimen de Bashar al Assad, con apoyo de Rusia principalmente, en Idlib, último bastión de los rebeldes que alzaron contra el presidente.
No obstante, aunque el Gobierno sirio haya recuperado buena parte del territorio que perdió en estos años, una victoria en Idlib no supondría el fin del conflicto, habida cuenta de la presencia turca en el norte en el marco de su ofensiva contra las milicias kurdas sirias y el control que estas últimas tienen de algunas zonas del país.
En Yemen, donde los últimos cuatro años de guerra han provocado la mayor crisis humanitaria mundial, el nuevo año "podría ofrecer una rara oportunidad de poner fin a la guerra", subraya Robert Malley, presidente de International Crisis Group, en su artículo sobre los diez conflictos a los que hay que prestar atención en 2020.
Los huthis, que luchan contra el Gobierno yemení reconocido internacionalmente, están manteniendo unos contactos con Arabia Saudí, principal valedor del presidente Abdo Rabbu Mansur Hadi, que podrían permitir dar carpetazo a la guerra después de haber contribuido a rebajar en los últimos meses la violencia. "La oportunidad para la paz debería aprovecharse ahora", sostiene Manley.
Riad ha adoptado un tono más conciliador, tras verse forzado a intervenir para resolver la disputa entre el Gobierno yemení y los separatistas del sur --aliados en la lucha contra los huthis-- y después de sufrir un ataque contra sus instalaciones petroleras en septiembre, del que sospecha que Teherán fue el responsable.
Además, tras unos años en los que el conflicto entre Arabia Saudí e Irán, archienemigos declarados, parecía inminente, ambos parecen haber llegado a la conclusión de que los dos tienen poco que ganar y mucho que perder en caso de un enfrentamiento y se ha producido un intercambio indirecto de mensajes, también con Emiratos Árabes Unidos, con apoyo de Kuwait y Omán, según resalta el 'think-tank' italiano ISPI en un artículo en el que habla de la posible "pausa" entre los dos países.
En el caso de Irán, las sanciones que Estados Unidos ha vuelto a imponer tras abandonar el acuerdo nuclear en 2018, están haciendo mella en la economía y han empujado al Gobierno de Hasán Rohani a retomar en parte su programa nuclear, rompiendo con lo pactado.
Por otra parte, el país registró octubre manifestaciones motivadas por la subida del combustible que fueron reprimidas violentamente por las fuerzas de seguridad, dejando al menos 1.500 muertos de acuerdo con fuentes gubernamentales citadas por Reuters, si bien el Gobierno no ha ofrecido ningún balance. En este contexto de malestar, Irán está llamado a las urnas el próximo 21 de febrero en unas elecciones legislativas que servirán de "termómetro" para valorar el apoyo de Rohani.
¿HABRÁ UN ACUERDO CON LOS TALIBÁN EN 2020?
El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un - DPA
El vecino Afganistán encara 2020 también con expectativas de paz, después de que este 24 de diciembre se cumpliera el 40 aniversario de la invasión soviética y el país quedar sumido en un conflicto del que aún no ha conseguido salir. Los talibán han venido negociando en los últimos meses un acuerdo de paz con Estados Unidos, que acarrearía la retirada de las tropas estadounidenses de suelo afgano a cambio de un compromiso de los insurgentes de que el país no será utilizado como plataforma para cometer atentados en otros estados.
"Estados Unidos no tiene una opción mejor que buscar un acuerdo con los talibán. Continuar con el statu quo solo ofrece la perspectiva de una guerra sin fin", advierte el presidente de Crisis Group en su artículo. No obstante, dicho acuerdo "solo sería el inicio de un largo camino hacia un acuerdo entre los afganos, requisito previo para la paz", subraya Manley.
Siguiendo en Asia, uno de los conflictos de los que advierte Crisis Group que podrían estallar es entre Estados Unidos y Corea del Norte. Pese a la segunda cumbre entre Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong Un, y la histórica visita del presidente estadounidense a la frontera entre las dos Coreas, la tensión parece ir en aumento y la eventual tercera cumbre se antoja lejana.
De hecho, Kim ha comenzado el año advirtiendo de que el país podría retomar los ensayos nucleares y de misiles. Pyongyang exige a Washington algún gesto en el marco del proceso de desnuclearización. Según advierte Atlantic Council, aunque Trump hasta ahora se ha mantenido cauto, podría sentirse "traicionado" y volver de nuevo a "la ira y la furia" lo que supondría "un serio riesgo de conflicto desencadenado por un error de cálculo".
LAS PROTESTAS EN HONG KONG NO CESAN
China empieza 2020 con la crisis en Hong Kong aún enquistada. Las multitudinarias protestas que arrancaron en junio contra los planes del Gobierno de la antigua colonia británica de aprobar una ley de extradición a la China continental no han cesado, pese a que hubo marcha atrás al respecto y se han hecho algunas otras concesiones. Este 1 de enero, cientos de miles de hongkoneses --más de un millón según los organizdores-- se echaron a las calles.
En principio, hay previstas elecciones legislativas el próximo septiembre pero no está claro si podrían adelantarse. En todo caso, incide Atlantic Council en su análisis de las 10 elecciones a seguir este 2020, "solo la mitad de los 70 escaños del consejo legislativo son elegidos por voto popular" mientras que el resto "se eligen a través de mecanismos que Pekín puede influir".
Antes de esas elecciones, Taiwán celebra presidenciales este 11 de enero. La isla, sobre la que Pekín reivindica la soberanía pero independiente de facto, debe elegir si reelige a la presidenta, Tsai Ing Wen, considerada independentista, u opta por el candidato del Kuomintang, Han Kuo Yu, partidario del acercamiento a China.
También están previstos comicios en Birmania, los segundos desde el fin de la dictadura militar. La Liga Nacional para la Democracia (LND) de Aung San Suu Kyi tratará de revalidar en noviembre su liderazgo, acosada por las críticas internacionales a la represión contra la minoría musulmana rohingya en el país.
ELECCIONES EN ISRAEL Y CRISIS EN LÍBANO E IRAK
Israel celebra igualmente elecciones, las terceras en menos de un año, ante la incapacidad del primer ministro, Benjamin Netanyahu, y del principal líder de la oposición, Benny Gantz, de forjar una coalición gobernante tras las dos citas anteriores. A la votación del 2 de marzo, además, Netanyahu concurre tras haber sido imputado por corrupción el pasado mes de noviembre.
El vecino Líbano empieza el año sumido en una nueva crisis política, con un primer ministro en funciones, Saad Hariri, tras dimitir en medio de multitudinarias protestas antigubernamentales y otro en ciernes, Hasán Diab. El complejo mapa político libanés se ha visto agravado además por la dura crisis económica que atraviesa al país, lo que le deja al borde del colapso.
En Irak, los ciudadanos también se han echado a las calles de forma masiva y han sido reprimidos a sangre y fuego, lo que ha dejado casi 500 muertos. Por ahora, han provocado la caída del primer ministro, Adel Abdul Mahdi, pero más de un mes después de su renuncia sigue sin haber un reemplazo, ante la exigencia de los manifestantes de que sea alguien fuera del sistema.
Manifestantes agitando la bandera de Irak - DPA
En África, el año arranca con varios frentes preocupantes abiertos. El primero de ellos Libia, donde el mariscal de campo Jalifa Haftar y su ejército apoyado por el gobierno afincado en el este ha retomado con fuerza su ofensiva para tomar Trípoli, donde tiene su sede el Gobierno libio reconocido internacionalmente. En un país sumido en el caos tras la caída de Muamar Gadafi, la decisión de Turquía de enviar tropas para apoyar al Gobierno de Fayez Serraj amenaza con internacionalizar aún más el conflicto, en el que Haftar cuenta con el respaldo de Rusia, Egipto y Emiratos Árabes Unidos.
En Sudán del Sur, el acuerdo de paz firmado en 2018 aún no termina de implementarse, si bien el nivel de violencia se ha reducido de forma considerable. El año arranca con una nueva fecha tope en febrero para la formación del previsto Gobierno de unidad entre el presidente, Salva Kiir, y el principal líder rebelde, Riek Machar. Ambos han asegurado que la tercera irá la vencida, pero el riesgo de una vuelta al conflicto a gran escala tampoco es descartable.
CITAS IMPORTANTES CON LAS URNAS EN ÁFRICA
Protesta en Argelia - DPA
Tampoco termina de llegar la paz a República Centroafricana pese al acuerdo firmado en febrero entre el Gobierno y los principales grupos armados, con brotes de violencia esporádicos. Además, el país tiene previstas elecciones para finales de año.
Otro país que tiene cita con las urnas es Etiopía. El primer ministro, Abiy Ahmed, ha prometido que las elecciones de mayo serán "libres y justas" pero la creciente tensión interétnica, acompañada en algunos casos de violencia, hace temer que sus deseos no se confirmen. El flamante Nobel de la Paz ha apostado por la creación de un nuevo partido unificado, pero está por ver si su apuesta por dejar atrás la política basada en las etnias le lleva a la victoria.
Igualmente preocupa la situación en Argelia, donde las multitudinarias protestas provocaron en abril la caída de Abdelaziz Buteflika y donde su sucesor, Abdelmayid Tebune, no goza del respaldo de la población, que ha seguido saliendo a las calles. Más esperanzadora es la situación en Sudán, que igualmente vivió en 2019 la caída de Omar Hasán al Bashir tras un golpe militar después de meses de protestas. El proceso de transición parece por ahora encarrilado y ya se han tomado algunas medidas contra el antiguo régimen.
Entretanto, República Democrática del Congo sigue sin levantar cabeza. La persistente violencia en el este del país, donde operan decenas de grupos armados, no remite y tampoco lo hace el brote de ébola que comenzó en 2018. En general, en la región de los Grandes Lagos, hay una tensión latente que podría estallar, tras las desavenencias en los últimos tiempos de los presidentes de Uganda y Ruanda, Yoweri Museveni y Paul Kagame.
Otro factor de desestabilización podría ser Burundi, país que celebra elecciones presidenciales en mayo en las que el presidente Pierre Nkurunziza optará a un tercer mandato tras modificar la Constitución para ello y después de abrir una grave crisis en el país en 2015 por su decisión de seguir en el cargo.
También habrá que estar pendientes a la cita con las urnas en Guinea, donde los planes del presidente Alpha Condé de buscar un tercer mandato pese a que a priori no puede ya han provocado violentas manifestaciones, así como en Togo, donde Faure Gnassingbé podría optar a un cuarto mandato, algo que ya en el pasado también provocó protestas.
Igualmente podría haber manifestaciones en Gambia, donde ha surgido un movimiento que exige al presidente Adama Barrow que cumpla con su compromiso de solo gobernar durante tres años conforma al pacto alcanzado para nombrarle candidato a las elecciones de diciembre de 2016, que pusieron fin al régimen de Yahya Jamé.
EL SAHEL, NUEVO FOCO DE LA VIOLENCIA YIHADISTA
Homenaje a las víctimas del atentado yihadista en Níger
Pero sin duda, si hay un punto del continente que preocupe cada vez más a nivel internacional es el Sahel. Malí, Burkina Faso y Níger son escenario con cada vez más frecuencia de los zarpazos de los grupos yihadistas vinculados a Al Qaeda y Estado Islámico, lo que no solo está desestabilizando a los frágiles gobiernos de estos tres países sino que amenaza con expandirse hacia los países del golfo de Guinea.
Francia ha asumido un papel de liderazgo en la respuesta militar, cada vez más contestada por la población local, pero su presencia está actualmente siendo revisada y París está tratando de conformar una coalición internacional para combatir el terrorismo en esta parte del continente, por ahora sin mucho éxito.
En el plano terrorista, la cuenca del lago Chad sigue siendo otro gran foco al que prestar atención, habida cuenta de que la filial de Estado Islámico --escindida en 2016 de Boko Haram-- está cada día más activa, al igual que Somalia, donde Al Shabaab sigue golpeando con frecuencia y Estado Islámico busca instalarse.
EL FUTURO DE GUAIDÓ Y ELECCIONES EN BOLIVIA
El actual presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó
En América Latina, la primera prueba de fuego será la elección el 5 de enero del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, todavía controlada por la oposición. Su hasta ahora titular, Juan Guaidó, se autoproclamó el 23 de enero de 2019 como "presidente encargado" del país con el objetivo de desalojar al "usurpador" Nicolás Maduro del poder. Un año después no ha conseguido su objetivo y el Gobierno estaría haciendo esfuerzos para evitar su reelección en el cargo. Además, el chavismo está negociando con un sector minoritario de la oposición con vistas a la convocatoria de elecciones parlamentarias en 2020.
En Bolivia, deberían celebrarse elecciones presidenciales en algún momento durante los próximos meses, pero aún no hay fecha prevista. La salida de Evo Morales, acosado por las irregularidades en las elecciones del 20 de octubre, las protestas en su contra y la posición adoptada por Ejército y Policía, ha sumido al país en una crisis institucional de la que aún no ha salido.
En el caso de Chile, el plebiscito constitucional del próximo 26 de abril en el que se decidirá si se redacta una nueva Constitución y cómo se hace, es resultado de la presión de los manifestantes, que salieron a las calles en octubre contra el Gobierno de Sebastián Piñera. Antes de ello, Perú también celebrará elecciones parlamentarias el 26 de enero, tras el pulso mantenido entre el presidente, Martín Vizcarra, y el Congreso.
Por último, y de vuelta a Europa, también parece haber señales alentadoras en lo que respecta al conflicto en el este de Ucrania, ante la voluntad del nuevo presidente del país, Volodimir Zelenski, de ponerle fin si bien, previene Crisis Group, no debería darse por garantizada la paz.