MADRID 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) ha advertido este lunes de que el cambio climático está causando estragos en la economía de una de cada dos familias iraquíes que viven de la agricultura, con un aumento de la sequía a la que no pueden hacer frente unas infraestructuras dañadas durante décadas de conflictos.
En 2023, en Irak se produjo un descenso en las cosechas de ocho de los diez principales cultivos, incluyendo hortalizas y legumbres. Su producción agrícola ya no puede satisfacer la demanda interna ni garantizar las necesidades de consumo de la población, según algunas de las conclusiones del último informe del NRC.
Mediante entrevistas a más de 700 personas durante estos últimos cuatro años, el NRC ha constatado cómo los iraquíes están teniendo cada vez mayores problemas para cultivar sus propias tierras. "El cambio climático ha agravado la devastación dejada por años de conflicto", ha dicho Sue Clarke, directora del NRC para Irak.
Aprovechando la celebración estos días de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) en Bakú, Azerbaiyán, el NRC ha reclamado a "los mayores contaminadores del mundo" --a menudo también los más ricos-- que compartan la responsabilidad colectiva de invertir en "proyectos transformadores".
"Los mayores contaminadores del mundo, que también se encuentran entre los más ricos, deben compartir la responsabilidad colectiva de invertir en proyectos transformadores resistentes al clima en países como Irak", ha destacado.
Entre los encuestados, el 59 por ciento de las familias afirma que ahora tiene que reducir su gasto en alimentos, mientras que tres de cada cuatro hogares informan de tensiones comunitarias por la competencia por los recursos hídricos.
Asimismo, las infraestructuras han sufrido "considerablemente" las consecuencias de dos décadas de conflicto y se muestran incapaces de afrontar los retos actuales y futuros, con métodos de irrigación "anticuados" y con el 70 por ciento de los agricultores dependiendo del riego por inundación pese a la grave escasez de agua.
"Es hora de que Irak reciba el apoyo que necesita para revertir años de consecuencias climáticas. Esto incluye financiar proyectos dirigidos a la reconstrucción de la agricultura en las regiones afectadas por el conflicto y revisar la gestión de los recursos hídricos", ha instado Clarke.