El NRC denuncia que las familias en Yemen "están mirando al hambre a los ojos"
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
La ONU ha lanzado este lunes un llamamiento urgente para recaudar 3.850 millones de dólares (unos 3.200 millones de euros) para salvar del hambre a 16 millones de yemeníes, dos tercios de la población total del país, afectados por la guerra que asola el país desde 2015.
De ellos, casi 50.000 yemeníes están ya muriéndose de hambre literalmente y casi la mitad de los menores de cinco años del país sufren desnutrición aguda, de los cuales 400.000 corren riesgo inminente de muerte si no se les proporciona la atención necesaria, ha denunciado la ONU a través de los gobiernos de Suiza, Suecia y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), organizadores de una conferencia internacional de donantes celebrada este lunes y en la que participan más de un centenar de países y organizaciones donantes.
"Para la mayoría la vida en Yemen es insoportable. La infancia en Yemen es como un infierno. Esta guerra está tragándose a toda una generación de yemeníes. Debemos ponerle fin y comenzar a responder de inmediato a sus enormes consecuencias. Este no es momento de dar un paso atrás en Yemen", ha afirmado el secretario general de la ONU, António Guterres. "Reducir la ayuda es una sentencia de muerte para familias enteras", ha advertido.
La conferencia pretende paliar la falta de financiación tras el hundimiento de las aportaciones para Yemen en 2020. La ONU y las ONG asociadas recibieron el año pasado 1.900 millones de dólares (unos 1.575 millones de euros), la mitad de lo donado el año anterior y la mitad de lo que se había estimado como necesario, por lo que se redujeron las prestaciones.
La Comisión Europea ha comprometido 95 millones de euros para "afrontar las necesidades más acuciantes" en alimentación, sanidad, ayuda económica, agua y saneamiento o educación. "La financiación de la UE será esencial para mantener una ayuda que salva vidas para millones de personas agotadas por un año desastroso marcado por los combates, la COVID-19 y el hundimiento económico", ha indicado el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic.
Por su parte, Estados Unidos ha anunciado que destinará cerca de 191 millones de dólares (158 millones de euros) en ayuda humanitaria adicional para Yemen. "Estoy feliz de anunciar hoy que se agregarán casi 191 millones de dólares en ayuda humanitaria adicional (para Yemen) de parte de Estados Unidos, llevando nuestros fondos para el año fiscal 2021 a más de 350 millones de dólares", ha explicado el secretario de Estado, Antony Blinken.
"MIRAR AL HAMBRE A LOS OJOS"
Mientras, la ONG Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) ha alertado este lunes del avance de la hambruna en Yemen, en donde las familias "están mirando al hambre a los ojos", mientras continúa la guerra que ha hecho del país, en el sur de la península Arábiga, la mayor catástrofe humanitaria de los últimos años.
"Estoy profundamente consternado al ver de primera mano cuánto ha avanzado la hambruna en Yemen. Es infinitamente peor hoy que cuando lo visité hace tres años", ha manifestado el secretario general del NRC, Jan Egeland. "Las familias con las que me he reunido están mirando al hambre a los ojos, y para muchos la situación empeoró cuando las raciones de alimentos tuvieron que reducirse a la mitad el año pasado", ha lamentado Egeland, quien estará visitando la región durante esta semana.
La ONG noruega ha defendido que si bien una inyección de ayuda es vital para evitar la pérdida masiva de vidas a causa del hambre, el problema no acabará hasta que también lo haga el conflicto armado, "el principal impulsor del dolor".
"Lo que le está sucediendo al pueblo de Yemen es inimaginablemente cruel. Los grupos de ayuda carecen de fondos suficientes y están sobrecargados. Las partes de esta guerra sin sentido se especializan en producir sufrimiento y el arma preferida es el hambre", ha denunciado el secretario general de esta ONG.
También la directora adjunta en Yemen de Acción contra el Hambre, Willow Rook, ha recalcado que sus equipos en Yemen "han constatado lo que desde hace semanas y meses veníamos advirtiendo: Yemen vuelve a estar muy cerca de la hambruna". "Los niveles de hambre están explosionando, el conflicto se está intensificando y el incumplimiento de las promesas financieras implica que, pese a los niveles acuciantes de necesidades, la ayuda de primera emergencia para salvar vidas se está viendo reducida", ha explicado.
"¿Cómo podemos explicar a una madre que vamos a dejar de suministrar el agua que su familia y otras 50.000 personas necesitan para sobrevivir. Esto no es una hipótesis: es la realidad que las organizaciones humanitarias vamos a tener que afrontar antes de que termine el año porque no estamos recibiendo la ayuda económica que necesitamos para trabajar. Es urgente tanto lograr un alto el fuego como cubrir la brecha de financiación. Sin una presión diplomática reforzada, probablemente no podremos evitar la declaración oficial de una nueva hambruna en marzo", ha añadido.
RESPONSABILIDAD REGIONAL
Si bien cualquier ayuda es bienvenida, el NRC ha señalado que la naciones del golfo Pérsico tienen la responsabilidad "de dar un paso más" en ese sentido y ha recordado cómo hace dos años, fueron estos países de la región quienes financiaron el 80 por ciento de la ayuda que llegó a Yemen, logrando así evitar el hambre.
"Es indignante que las organizaciones de ayuda tengan que mendigar para obtener la mínima comida necesaria para ayudar a mantener con vida a los yemeníes, cuando los países que hacen la guerra todavía están dispuestos a gastar mucho más en los combates", ha criticado Egeland.
"Los actores del golfo Pérsico, en particular Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, así como las partes yemeníes en Irán, son fundamentales para negociar un alto el fuego y el fin del conflicto, "causa fundamental del hambre en Yemen", pero todo "comienza" con la ayuda suficiente para evitar el "colapso total", ha insistido Egeland.
El número de frentes ha aumentado drásticamente desde el año pasado, con peligrosas escaladas de violencia en núcleos de población como Marib, en el oeste de Yemen, provocando la destrucción de los escasos recursos de la gran mayoría de las familias, como mercados, instalaciones de agua, carreteras, escuelas, o centros médicos.
En cuanto a las infraestructuras, sólo la mitad de los centros de salud y dos tercios de las escuelas siguen en pie, mientras que la mitad del 5 por ciento de las instalaciones en las que poder recoger agua potable funcionan eficientemente.