MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) ha denunciado este domingo que las autoridades libias están intensificando su "violenta represión" contra la población de refugiados del país con ejemplos como el ocurrido este fin de semana, en el que seis migrantes que escapaban de un superpoblado centro de detención en la capital murieron a manos de los guardias de las instalaciones.
"Los migrantes y refugiados en Trípoli nunca han estado más desesperados que ahora. Están exigiendo legítimamente la protección de la comunidad internacional, que debe actuar ahora", ha avisado el director nacional de Libia del Consejo Noruego para los Refugiados, Dax Roque.
"Para quienes vivían en la ciudad de Gargaresh, donde comenzó la represión hace más de una semana, ahora las autoridades bloquean sus casas. Un hombre nos llamó ayer y nos dijo que le dispararon mientras intentaba buscar ayuda y que se vio obligado a buscar refugio en una mezquita cercana", ha lamentado.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) confirmó el sábado no solo las muertes de los seis migrantes, sino que otros 24 resultaron heridos por los disparos de los guardias. De ellos, según el NRC, siete necesitaron intervención médica urgente al correr peligro de muerte.
El incidente ocurrió en el superpoblado centro de detención de Al Mabani donde, en el momento de la revuelta, se encontraban hacinadas más de 3.400 personas, entre ellas 356 mujeres y 144 niños, la mayoría detenidos durante la ola de arrestos efectuada la semana pasada por las autoridades libias contra la población de migrantes del barrio de Gergaresh.
"Esta nueva y aterradora realidad para los migrantes y refugiados ha sido ignorada por la comunidad internacional, particularmente los estados europeos que han apoyado a las autoridades libias con ayuda", ha manifestado Roque, en referencia al acuerdo por el que Libia se comprometió a actuar de "estado tapón" contra la ola migratioria hacia Europa a cambio de asistencia económica.
"La comunidad internacional debe reconocer su papel a la hora de alimentar esta última crisis en Libia y asegurarse de que las autoridades libias se comprometan a poner fin a la violencia contra los migrantes y refugiados en el país", ha concluido Roque.