MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El brote de cólera en el noreste de Nigeria ha afectado ya a unas 10.000 personas, gracias en gran medida a las inadecuadas condiciones en las que se encuentran hacinados miles de desplazados por la violencia, ha alertado el Consejo Noruego de Refugiados (NCR), que ha llamado a una mejora "urgente" de las condiciones de higiene.
La zona noreste de Nigeria, así como otras zonas del Lago Chad, han sufrido brotes de cólera recurrentes. Más de 1,8 millones de personas están desplazadas en territorio nigeriano como consecuencia de la ola de violencia promovida por el grupo terrorista Boko Haram, que aspira a crear un estado islámico.
La responsable del programa del NRC en Maiduguri, Janet Cherono, ha advertido en un comunicado de las consecuencias que acarrea la "congestión" de los campamentos de desplazados, donde "es difícil proporcionar agua, saneamiento y servicios de higiene". "La temporada de lluvias ha empeorado las condiciones", ha advertido Cherono.
La organización ha instado a las autoridades locales de Borno, Adamawa y Yobe que proporcione más tierras para los desplazados, así como la construcción de instalaciones de salud y saneamiento, ya que de lo contrario se avecina una nueva crisis de cara a 2019. A la comunidad internacional le ha pedido que proporcione "los fondos necesarios".
En el campamento de desplazados de Kagoni Sangaya, las ocho letrinas construidas para unas 150 personas dan servicio ahora a unas 500. Como consecuencia, los residentes de este enclave terminan en muchos casos realizando sus necesidades al aire libre.
Más de 10.000 personas han sufrido el actual brote, de las cuales 175 han perdido la vida en los tres estados afectados, según datos del Gobierno nigeriano. El NRC ha trasladado hasta ahora 180.000 litros de agua limpia al día desde la ciudad de Maiduguri a las comunidades asentadas junto a las localidades de Tungushe y Konduga.