El texto tipifica cinco nuevos delitos ante las críticas de activistas y opositores, que temen un recorte de libertades
MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
La nueva ley de seguridad nacional presentada este viernes por las autoridades de Hong Kong tipifica nuevos delitos y endurece las penas a prisión contra aquellos que comentan traición, sedición, subversión o sedición, una medida que muchos consideran perjudicial para las voces disidentes y está llamada a toparse con las duras críticas de la oposición.
La nueva legislación ha sido configurada en torno al artículo 23 de la Ley Básica --que ejerce de Constitución de la región administrativa especial china--. Este artículo establece que el Ejecutivo local debe aprobar sus propias leyes a nivel local en relación con los delitos citados anteriormente.
Así, el proyecto de ley, que incluye penas a cadena perpetua y tipifica cinco nuevos delitos --como espionaje, sabotaje e injerencia extranjera--, permite completar la ya de por sí polémica ley de seguridad nacional aprobada desde Pekín hace más de tres años. La normativa ha hecho saltar las alarmas entre diplomáticos y empresas extranjeras, que alertan de un posible aumento de la censura en Hong Kong.
Está previsto que el Consejo Legislativo de la región celebre este mismo viernes un pleno en el que el texto sea sometido a una primera lectura con la vista puesta en lograr la aprobación definitiva a lo largo de este año. Tanto las autoridades hongkonesas como el Gobierno chino consideran que la legislación es "necesaria" para poner fin al "caos" en la región.
Así, el jefe de Gobierno de Hong Kong, John Lee, ha indicado en un comunicado que tiene la "responsabilidad de completar y sacar adelante la legislación lo antes posible". La posibilidad de aprobar este tipo de medidas quedó en un segundo plano tras las fuertes protestas registradas en 2003 contra un proyecto de ley similar y no habían vuelto a ser puestas sobre la mesa hasta que Pekín dio el visto bueno a su ley de seguridad nacional para Hong Kong en 2020.
Voces críticas y activistas hongkoneses temen un efecto negativo sobre los derechos y libertades de la población, que ya venían restringiéndose, según denuncian. Las autoridades, no obstante, aluden a un "deber constitucional" a la hora de ratificarla.
La anterior legislación tipificaba cuatro delitos: secesión, subversión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras. Desde que China aprobó la ley en 2020, 291 personas han sido detenidas por "poner en peligro la seguridad nacional", según datos recabados hasta diciembre de 2023. De todos ellos, 174 han sido imputados y otros 112 han sido condenados o se encuentran a la espera de conocer la sentencia.
Esta nueva normativa no se solapa con la ya existente, por lo que las autoridades locales han hecho hincapié en que las dos "deben ser compatibles y complementarse". El artículo 7 de la ley de seguridad nacional preexistente obliga de hecho a Hong Kong a sacar adelante este texto.
Sin embargo, el secretario de Justicia, Paul Lam, ha asegurado que la legislación local solo estipulará penas máximas, y no mínimas. Tampoco ofrecerá la posibilidad de traspasar los casos a las autoridades de la China continental, una cuestión que ya provocó fuertes protestas en 2019, cuando se presentó un proyecto de ley que permitía la extradición de presuntos implicados en delitos como homicidio y violación, entre otros.
CRÍTICAS Y CONSIDERACIONES
Grupos de periodistas han instado al Gobierno a aclarar ciertos aspectos de la ley, como la definición de secretos de Estado --que quedaría en manos de la judicatura-- e introducir un principio "interés público" en el texto.
Por su parte, el Colegio de Abogados ha indicado que las autoridades deben tener en cuenta las "garantías constitucionales y los Derechos Humanos", además del Estado de Derecho, por lo que han solicitado "definiciones más claras de los delitos propuestos", como la cuestión en torno a los secretos de Estado y la injerencia extranjera.
En 2021 y tras la aprobación de la ley por parte de Pekín, 47 activistas fueron imputados por conspiración y subversión por celebrar unas elecciones primarias. Leon Tong Ying se convirtió en la primera persona en ser condenada bajo la normativa, con una sentencia a nueve años de prisión, tras acercarse en una motocicleta a varios agentes de Policía con una bandera instando a la "liberación" de Hong Kong.