JERUSALÉN 29 Feb. (Reuters/EP) -
Las Fuerzas de Defensa de Israel han puesto en marcha una nueva normativa sobre barbas, por la que los militares deberán tener autorización de sus superiores y no de los capellanes cuando quieran dejar de afeitarse, una obligación que ha provocado las críticas desde algunos sectores de judíos ortodoxos.
Muchos judíos ortodoxos llevan barba larga como parte de su tradición religiosa. Sin embargo, en los últimos años ha aumentado el número de militares laicos que también han decidido dejarse crecer la barba, una tendencia que la nueva normativa castrense que entra en vigor este martes confía en reducir.
De acuerdo con las nuevas órdenes, todos los militares tendrán que obtener la autorización de sus mandos para dejarse barba, en lugar del permiso de los capellanes, como sucedía hasta ahora. La previsión es que aquellos militares que no se afeitan por motivos religiosos puedan seguir con sus barbas aunque algunos rabinos se han quejado por el aumento del control.
El rabino Shlomo Aviner, del asentamiento de Beit El en Cisjordania, ha dicho que la barba es un elemento emblemático de los combatientes judíos desde la época del Rey David y ha advertido de que los militares deberían negarse a cumplir las órdenes de afeitarse.
"Puede usted estar limpio y presentable con una barba y puede usted estar desaliñado sin barba", ha afirmado Aviner, en declaraciones a Srugim, un portal de noticias judío. Aviner ha dicho, además, que el edicto de las Fuerzas de Defensa israelíes sobre las barbas le recuerda a las fotografías de la época en que los nazis obligaban a los judíos a afeitarse.
El general de Brigada Motti Amoz, portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes, ha contado a la Radio del Ejército que, hasta la fecha, se ha concedido el 42 por ciento de las solicitudes para dejarse barba por motivos religiosos y que se han rechazado las de aquellos que solo lo pedían para no afeitarse.
El general Almoz ha incidido en que la libertad de culto tiene que equilibrarse para impedir que haya militares con aspecto desaliñado, algo que a él le llamó la atención cuando comparó a uniformados israelíes y estadounidenses durante unas maniobras.
"Hay pruebas de que, en términos de apariencia y disciplina, y, en ocasiones, en circunstancias operativas, tener a soldados con barba no es la imagen que las Fuerzas Armadas deberían tener", ha afirmado Almoz.
Este tema ha llegado a salpicar al Gobierno de coalición que lidera el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y en el que participan varios partidos judíos. El rabino Eli Ben-Dahan, parlamentario por la formación Hogar Judío y viceministro de Defensa, ha asegurado, en declaraciones al portal Kol Hazman, que la orden sobre las barbas es "irracional e ilógica" y que podría socavar los esfuerzos para reclutar a militares ultraortodoxos.
El Tribunal Supremo rechazó en 2015 un recurso contra la nueva normativa sobre barbas. El general Almoz ha advertido de que aquellos que se nieguen a cumplir las órdenes serán perseguidos.