MADRID 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Nueva Zelanda han informado este viernes de la primera víctima mortal por COVID-19 desde hace más de tres meses, mientras el país suma otros cinco nuevos casos en el último día.
En un comunicado, el Ministerio de Salud ha precisado que la última víctima mortal es un hombre de unos 50 años que ha fallecido este viernes y que formaba parte de los casos detectados en agosto durante un brote en Auckland.
"Entiendo la ansiedad que los neocelandeses pueden estar sintiendo por las noticias de hoy", ha señalado la directora general de Salud, Ashley Bloomfield, pero "siempre reconocimos que eran posibles más muertes relacionadas con la COVID-19".
"Aunque el sistema sanitario ha hecho y seguirá haciendo todo lo posible para evitarlas, este virus puede ser muy complicado de tratar y a algunas personas también les resulta difícil recuperarse", ha añadido.
Por otra parte, el Ministerio de Salud ha informado de cinco contagios más en el último día, por lo que el balance total que deja la pandemia en Nueva Zelanda es de 1.413 casos y 23 víctimas mortales.
Dos de los nuevos casos son importados mientras que los otros tres forman parte de un brote relacionado con una iglesia evangélica de Auckland, vinculado a su vez a un brote mayor en esta ciudad, la más poblada del país.
Así las cosas, la primera ministra, Jacinda Ardern, ha anunciado este viernes que se mantendrá el actual nivel de alerta en relación con la pandemia en todo el país, que en el caso de Auckland es un poco más severo, durante al menos otros diez días más, por lo que la situación no se revisará hasta el 14 de septiembre. Además, la primera ministra ha animado a los ciudadanos a respetar las medidas de prevención para evitar que el virus se siga propagando.