NUEVA DELHI, 21 Ago. (Reuters/EP) -
Casi el 90 por ciento de las violaciones registradas en India en 2014 fueron cometidas por personas que conocían a las víctimas, como familiares, vecinos y jefes, según muestran la estadísticas gubernamentales, por lo que los activistas han pedido que se haga un mayor esfuerzo por abordar la violencia sexual en los hogares y en el trabajo.
"En todo el mundo, se sabe que las violaciones de extraños no son realmente el problema, sino que la mayoría son cometidas por personas que conocen a las víctimas", ha denunciado la directora del Centro de Investigación Social, Rajana Kumari.
"Necesitamos abordar el problema en todos los frentes. No se trata solo de una mejor vigilancia policial y de transportes y espacios públicos más seguros. Los datos nos obligan a mirar qué está ocurriendo en nuestras casas y en nuestros lugares de trabajo", ha criticado Kumari, cuya organización en defensa de los Derechos Humanos tiene sede en Nueva Delhi.
En su informe anual, la Oficina Nacional de Registro de Crímenes ha informado de que en 2014 el 86 por ciento de las violaciones fueron cometidas por familiares cercanos como padres, hermanos y tíos, así como por vecinos, jefes, compañeros del trabajo y amigos. El informe también indica que 14.102 de las víctimas eran menores de 18 años, lo que supone el 38 por ciento.
Según los resultados de este organismo, hubo 337.992 denuncias de violencia contra mujeres, entre las que se incluían casos de violación, abuso, secuestros y maltrato, a manos de los maridos, un 9 por ciento más que en 2013.
El número de violaciones en el país también ha aumentado un 9 por ciento hasta las 33.707 en 2014 --solo en Nueva Delhi se han registrado 1.813 casos, convirtiéndose en la ciudad con el mayor número de violaciones--. En Bombay y Bengaluru se produjeron 607 y 103 violaciones, respectivamente.
LAS CIFRAS SON MAYORES
Sin embargo, las organizaciones en defensa de los derechos de las mujeres han advertido de que las cifras todavía son mayores de las estimadas, ya que muchas de las víctimas son reticentes a informar de crímenes como violación o maltrato doméstico por miedo a que sus familiares y las comunidades las rechacen.
El aborto de fetos femeninos, el matrimonio con niñas, el asesinato por la dote, las violaciones y el maltrato doméstico son algunas de las múltiples amenazas a las que se enfrentan las niñas y mujeres indias, en gran parte debido a las tradiciones arraigadas que las ven como inferiores a los hombres.
Una ola de protestas públicas después de la violación en grupo de una mujer en un bus de Nueva Delhi en diciembre de 2012 sacó de la indiferencia a muchas personas en el segundo país más poblado del mundo y forzó al Gobierno a promulgar sanciones más estrictas sobre los crímenes relacionados con la violencia de género.
Entre ellas se incluye la pena de muerte por reincidir en violaciones, criminalizar el acecho y el voyeurismo y hacer que los ataques con ácido y la trata de personas sea delitos específicos.
Desde entonces, el incremento de información sobre este tipo de crímenes en los medios, las campañas gubernamentales y los programas para la sociedad civil han mejorado el conocimiento público sobre los derechos de las mujeres y han envalentonado a las víctimas a que den cuenta de los abusos.