MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un total de nueve grupos opuestos al Gobierno de Etiopía, entre ellos el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), han anunciado este viernes la creación de una nueva alianza, en medio de los avances del grupo tigriña en el norte del país tras más de un año de guerra en Tigray.
La nueva alianza, llamada Frente Unido de Fuerzas Etíopes Federalistas y Confederalistas, tiene como objetivo "una transición segura en el país" para reemplazar al primer ministro, Abiy Ahmed, según ha informado Yohanees Abraha, uno de los organizadores del evento en el que se oficializará la formación de la misma.
Yohanees, que forma parte del TPLF, ha señalado en declaraciones concedidas a la cadena de televisión estadounidense CNN que los integrantes de la alianza firmarán el acuerdo durante un acto oficial este mismo viernes en la capital de Estados Unidos, Washington.
Asimismo, los organizadores del evento han resaltado que la alianza --de la que también forma parte el Ejército de Liberación Oromo (OLA), escindido del Frente de Liberación Oromo (OLF) tras el acuerdo de paz de 2018 y aliado del TPLF-- ha sido creada "ante las múltiples crisis a las que hace frente el país" y para combatir contra Abiy.
En este contexto, el portavoz del TPLF, Getachew Reda, ha indicado en declaraciones a la CNN que la toma de la capital, Adís Abeba, no es "el objetivo final" del grupo. "Tenemos que romper el cerco (contra Tigray) y haremos lo que sea necesario para lograrlo", ha destacado.
Sin embargo, Getachew no ha descartado la posibilidad de que el TPLF avance hacia la capital y ha agregado que cuenta con presencia en la región de Sheua Norte, al norte de Adís Abeba. Los avances del grupo y del OLA en la región de Amhara han hecho saltar las alarmas por un posible avance hacia la ciudad.
En esta línea, un portavoz del OLA ha señalado que los grupos se encuentran ya en Gerba Guracha, situada 160 kilómetros al norte de la capital, si bien destacó que es un error pensar que "el área de control haya llegado cerca de la capital". "No es el caso", zanjó.
Por contra, el portavoz de la Policía de Adís Abeba, Fasika Fenta, ha tildado estas afirmaciones de "propaganda". "El TPLF y el OLA están difundiendo afirmaciones propagandísticas para exagerar lo que están logrando", ha recalcado.
"Están siendo repelidos en los lugares en los que se encuentran", ha apuntado Fasika, quien ha incidido en que ambos grupos "mienten" y en que la capital se encuentra protegida por parte del Ejército y las fuerzas de seguridad.
El Parlamento etíope aprobó el jueves el estado de emergencia decretado el martes por el Gobierno. "Debemos adaptar nuestras vidas en este momento de exigencia hasta que nuestros problemas sean resueltos rápidamente y volvamos a una vida normal", dijo Abiy. Por su parte, las autoridades de Adís Abeba instaron el mismo martes a los ciudadanos a armarse y proteger los barrios ante el avance de los rebeldes.
El miércoles publicada una investigación conjunta de Naciones Unidas y la Comisión de Etiopía para los Derechos Humanos (EHRC) que presentó "motivos razonables" para creer que todas las partes implicadas en el conflicto en Tigray han cometido violaciones de los Derechos Humanos y contra la ley de refugiados, algunos de los cuales podrían equivaler a crímenes de guerra y contra la humanidad.
El conflicto comenzó el 4 de noviembre de 2020 cuando Abiy ordenó una ofensiva militar en represalia por el ataque a la base del Ejército en la capital de Tigray, Mekelle, tras meses de tensiones entre el TPLF y el Gobierno central en torno al aplazamiento de las parlamentarias, finalmente celebradas en junio y en las que Abiy logró una victoria aplastante ante los llamamientos al boicot y la falta de votación en varias zonas --entre ellas Tigray-- por la inseguridad.
Sin embargo, el TPLF logró importantes avances en junio que le permitieron recuperar Mekelle, tras lo que Abiy anunció un alto el fuego unilateral citando motivos humanitarios, rechazado por el grupo, que expandió su ofensiva a las adyacentes regiones de Amhara y Afar, haciendo temer una propagación de la guerra al resto del país.