Archivo - El nuevo líder del partido-milicia chií Hezbolá, Naim Qasem, durante una reunión con el presidente de Irán, Masud Pezeshkian (archivo) - Europa Press/Contacto/Iranian Presidency - Archivo
Qasem dice que el grupo está preparado para "una guerra larga" y amenaza directamente a Netanyahu
MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El nuevo líder del partido-milicia chií Hezbolá, Naim Qasem, ha asegurado este miércoles que mantendrá el "programa" puesto en marcha por su predecesor, Hasán Nasralá, muerto a finales de septiembre a causa de un bombardeo israelí, y ha recalcado que el grupo "vencerá" en "una guerra que ha sido impuesta" por las autoridades de Israel.
Qasem, que ha expresado su agradecimiento por ser nombrado al frente del grupo --del que era 'número dos' desde 1991--, ha rendido homenaje a Nasralá y a su primo, Hashem Safiedín, favorito para encabezar la formación y muerto igualmente en un segundo bombardeo perpetrado a principios de octubre por Israel contra Beirut.
"Doy las gracias al partido por darme su confianza ante esta gran responsabilidad", ha dicho en su primer discurso tras su nombramiento durante la jornada del martes, unas declaraciones en las que ha asegurado que Nasralá seguirá siendo "el símbolo de la resistencia", según ha recogido la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada a Hezbolá.
"Mi programa será una prolongación del de mi predecesor. Mantendremos el programa de guerra que ha sido trazado hasta el presente", ha defendido Qasem, quien ha reiterado su apoyo a la decisión de Hezbolá de "abrir un frente de apoyo" a la Franja de Gaza en la frontera con Israel.
En este sentido, ha recalcado que "el apoyo a Gaza fue un deber ante la amenaza de Israel a toda la región". "No se nos debe preguntar por qué apoyamos a Gaza. Debe preguntarse al resto por qué no lo hace", ha sostenido, antes de ahondar en que "Israel no necesita una excusa para atacar Líbano".
"¿Necesitaba Israel un pretexto para atacar y matar a los palestinos y robar sus tierras?", se ha preguntado, antes de recordar que Israel ya invadió Líbano "antes de la creación de Hezbolá" para "poner fin a la resistencia palestina y a toda resistencia", en referencia a la invasión entre 1982 y el año 2000.
"Las resoluciones internacionales no expulsaron a Israel de nuestras tierras. Lo hizo la resistencia", ha recalcado Qasem, en referencia a la retirada israelí en el año 2000, si bien ha denunciado que desde la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aprobada en 2006, se han registrado "39.000 violaciones por tierra y mar" por parte de las tropas israelíes.
Por ello, ha insistido en que "la guerra en Líbano y Gaza es una guerra israelí, estadounidense, europea y global", antes de reseñar que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha hablado sobre "un nuevo Oriente Próximo" y que algunos de sus ministros "han dicho que quieren construir asentamientos en el sur de Líbano".
"Bloqueamos el proyecto israelí a través de la resistencia", ha señalado Qasem, quien ha ahondado en que los libaneses "no quieren guerra, pero están preparados tras serle impuesta y la ganarán". "Nosotros sólo atacamos bases militares, mientras que Israel sólo ataca civiles", ha argumentado.
"Luchamos en nuestra tierra y liberamos nuestros territorios ocupados. Nadie nos pide nada ni nos obliga a nada", ha señalado el nuevo líder de Hezbolá, quien ha aplaudido además el apoyo de Teherán, si bien ha argumentado que las fuerzas iraníes no combaten en Líbano y que se limitan a "apoyar el proyecto" del grupo.
De esta forma, ha puntualizado que "Irán es consciente del precio que está pagando por su apoyo a la resistencia" y ha ensalzado que el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, "porta con coraje la bandera y da todo el apoyo necesario en apoyo a los muyahidín", en referencia a los miembros de Hezbolá.
ADVIERTE DE QUE ISRAEL "PAGARÁ UN PRECIO SIN PRECEDENTES"
"Hezbolá cuenta con un verdadero historial de yihad y es más fuerte cada año debido a que cuenta con más experiencia", ha dicho Qasem, quien ha abundado en que el grupo libanés "ha llevado a cabo todos los preparativos ante la posibilidad de que la guerra sea larga", ante el fracaso de los esfuerzos para lograr un acuerdo de alto el fuego.
Por otra parte, ha reconocido que el estallido de miles de dispositivos de comunicación por parte de Israel dejaron cerca de 4.000 víctimas, entre milicianos y civiles, si bien ha insistido en que el grupo "ha logrado encontrar a todos los reemplazos en las posiciones vacantes, lo que es visible sobre el terreno".
"Uno solo de nuestros combatientes vale como diez de sus soldados equipados, con sus carros de combate y sus armas", ha destacado Qasem, quien ha manifestado que "el enemigo tiene miedo y cambia sus declaraciones y objetivos (en Líbano)". "La capacidad de la resistencia para crear plataformas pese a los continuos bombardeos es excepcional", ha aplaudido.
"El enemigo debe saber que bombardear nuestras localidades y ciudades no hará que nos retiremos. La resistencia es fuerte y fue capaz de lanzar un dron contra la vivienda de Netanyahu", ha recordado. "Netanyahu sobrevivió esa vez, pero quizá su momento está por llegar", ha amenazado.
Por ello, ha trasladado a Israel que sufrirá "una derrota inevitable" en los combates con el grupo. "La tierra es nuestra y nuestro pueblo está unido junto a nosotros", ha defendido, antes de insistir en que las tropas israelíes "deben abandonar" el país para "reducir sus pérdidas".
De lo contrario, ha reiterado que el Ejército de Israel "pagará un precio sin precedentes", antes de remarcar que "Hezbolá emergerá más fuerte y victorioso de este enfrentamiento". "No rogaremos un alto el fuego y detendremos la guerra según nuestros términos", ha argumentado. "Las pérdidas del enemigo son enormes y se verá forzado a detener esta agresión", ha añadido.
"Seguiremos haciendo frente a la agresión. Si el enemigo quiere detenerla, aceptaremos las condiciones que consideremos apropiadas. La base de toda negociación es que haya antes un alto el fuego", ha manifestado el líder de Hezbolá, quien ha trasladado a sus milicianos que "la era de las derrotas ha terminado".
El Ejército israelí desató el 1 de octubre una nueva invasión de Líbano tras varias semanas de intensos bombardeos y ataques contra el país, incluida la explosión coordinada de miles de dispositivos de comunicación, después de más de once meses de combates con Hezbolá en la zona fronteriza.
El Gobierno de Líbano ha cifrado en cerca de 2.800 los muertos y a alrededor de 12.800 los heridos a causa de los ataques ejecutados por Israel desde el 8 de octubre de 2023, después de que el partido-milicia iniciara el disparo de proyectiles en apoyo a los grupos palestinos a raíz de los ataques perpetrados en la víspera contra territorio israelí.