ANKARA 4 Nov. (Reuters/EP) -
El recién inaugurado palacio presidencial de Turquía, un enorme complejo de 1.000 habitaciones situado en un bosque de Ankara, costará más de 500 millones de dólares (398 millones de euros) según las palabras del ministro ed Finanzas turco, citadas por el diario local Hurryiet Daily News este martes.
La construcción de este mastodóntico edificio ha dividido profundamente la opinión pública, que la señala como una prueba del creciente afán de poder del presidente Tayyip Erdogan, después de más de una década en el poder, primero como primer ministro, y desde agosto, como jefe de Estado.
"Unos 432,7 millones de dólares (casi 345 millones de euros) se han destinado a la construcción del palacio presidencial a día de hoy, y unos 135 millones de dólares (107 millones de euros) serán asignados al palacio en 2015", ha dicho el ministro de Finanzas, Mehmet Simsek, de acuerdo con el Hurryiet.
Se prevé que el coste total del proyecto alcance los 615 millones de dólares (490 millones de euros). Además, Simsek informó al Parlamento y a la Comisión de Presupuestos de la adquisición de un nuevo avión presidencial por 185 millones de dólares (147 millones de euros).
Desde una colina, iluminado por completo por la noche, el complejo, que ya tiene los sobrenombres de Ak Saray o el Palacio Blanco, domina el horizonte del oeste de la capital turca. Ocupa 200.000 metros cuadrados, con una residencia de tres pisos para Erdogan y su familia. En un principio, sería la vivienda del primer ministro, hasta que el propio Erdogan cambió de cargo.
Su estructura columnada y sus techos planos evocan la arquitectura 'seljuk' de entre los siglos XI y XIII, aunque los medios locales han apuntado que el palacio cuenta con búnkers subterráneos y sistemas de alta tecnología para defenderse de ciberataques y micrófonos ocultos. Las fotografías disponibles muestran enormes pasillos y suelos de mármol.
"El nuevo complejo ha sido construido con el mayor aprovechamiento del espacio y la más avanzada infraestructura... Servirá durante muchos años", ha dicho el secretario general de la Presidencia, Fahri Kasirga, a la Comisión de Presupuestos.
OBRA CONTROVERTIDA
La construcción del palacio ha sido controvertida desde el principio, sobre todo porque está levantado sobre un terreno legado al Estado como bosque por Mustafa Kemal Ataturk, el fundador de la moderna república de Turquía.
Varios tribunales que ordenaron paralizar el proyecto han fracasado en su intento de detener la construcción. Además, grupos ecologistas se han escandalizado porque, dicen, despoja a Ankara de uno de sus pocos espacios verdes.
Los anteriores presidentes han usado el palacio de Ataturk, más antiguo y modesto. La decisión de traslado de Erdogan lanza lo que ha apodado como la 'nueva Turquía', sin ocultar su ambición de modificar la Constitución y conseguir un Ejecutivo que acumule todo el poder en el presidente.
El opositor parlamentario Hursit Gunes ha denunciado que el palacio es un claro signo de que Erdogan no tiene intención de esperar conseguir más influencia como presidente. "Él no escucha las decisiones judiciales, no escucha la Constitución, está fuera de control", ha afirmado. "No creo que el palacio sea el signo de un país emergente, sino de uno primitivo, subdesarrollado. Es ridículo", ha asegurado.