Desplazados por la violencia en República Centroafricana (archivo)
REUTERS / SIEGFRIED MODOLA
Publicado: sábado, 6 enero 2018 20:32


MADRID, 6 Ene. (EUROPA PRESS) -

Más de 5.000 personas, la mayoría mujeres y niños, han tenido que huir desde el pasado mes de diciembre a Chad por los renovados enfrentamientos entre milicias en la ciudad de Paoua, en República Centroafricana, según ha alertado el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Babar Baloch.

Los combates entre el Movimiento Nacional para la Liberación de República Centroafricana (MNLC) y Revolución y Justicia (RJ), que se reanudaron el 27 de diciembre en Paoua, han obligado a unos 5.600 civiles a cruzar a pie la frontera hacia Chad, que oficialmente permanece cerrada, a los que se suman 20.000 desplazados internos.

Solo en la localidad chadiana de Odoumian, a 15 kilómetros de la frontera, ACNUR ha registrado 2.350 refugiados en estas semanas. Los campamentos para centroafricanos creados en la ciudad chadiana de Goré han sumado otros 1.000 en el mismo periodo.

"Este influjo representa el mayor movimiento de refugiados desde República Centroafricana, por encima del número total registrado en 2017, cuando unas 2.000 personas huyeron a Chad", ha destacado Baloch.

Además, ha señalado, "muchos han denunciado violaciones de los Derechos Humanos cometidas por los grupos armados que hay en la frontera". Algunos llegan tan debilitados que "son incapaces de caminar", ha enfatizado.

ACNUR está ayudando a las autoridades chadianas a hacer frente a este nuevo éxodo centroafricano. Chad ya acoge a 75.000 refugiados del país vecino, que en total ha exportado a la región a 545.000 personas.

Baloch ha denunciado la "deteriorada situación humanitaria" en República Centroafricana, donde uno de cada cuatro de sus 4,6 millones de habitantes es un refugiado o un desplazado interno.

El conflicto en República Centroafricana estalló en 2013 por el golpe de Estado de la alianza rebelde Séléka, formada mayoritariamente por musulmanes, contra el Gobierno de François Bozizé. Esto provocó el alzamiento de las milicias cristianas 'anti balaka', suscitando un conflicto religioso.

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