La ONU alerta de que "la situación humanitaria está empeorando" y pide "contribuciones adicionales urgentes"
MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
El nuevo presidente de Somalia, Hasán Sheij Mohamud, ha nombrado a Abdirahman Abishakur como nuevo enviado especial frente la sequía, la peor en los últimos 40 años, que ha provocado un ahondamiento de la grave crisis humanitaria que atraviesa el país africano.
Así, Abdishakur, quien es líder del partido Uadayir y fue uno de los candidatos a la Presidencia del país, estará al frente de los esfuerzos de Mogadiscio frente a la sequía, que llevó al primer ministro, Mohamed Husein Roble, a decretar el estado de emergencia en noviembre de 2021, según el portal de noticias Goobjoog News.
Agencias humanitarias de la ONU advirtieron en abril de que la persistente sequía, el aumento de los precios de los alimentos y la falta de financiación de programas humanitarios ha dejado a casi la mitad de la población somalí al borde del hambre.
"Literalmente vamos a tener que empezar a quitar comida a los hambrientos para alimentar a los que se mueren de hambre", señaló el representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para Somalia, Khidir Daloum. "Estamos al borde de una catástrofe humanitaria en Somalia", advirtió.
Apenas un mes antes, Roble pidió ayuda internacional ante el empeoramiento de la sequía y destacó que alrededor de siete millones de personas se han visto afectadas por la crisis en el país africano. "Tres temporadas consecutivas de lluvias han sido un fracaso, lo que ha causado la destrucción de campos y ganado", lamentó.
Por otra parte, Sheij Mohamud ha nombrado además a Husein Moalin como nuevo asesor de Seguridad Nacional para "hacer avanzar el profundo compromiso del presidente con lograr una Somalia más segura", según ha desvelado la Presidencia somalí a través de su cuenta en la red social Twitter.
El presidente, que juró el cargo el lunes, afirmó la semana pasada que durante los primeros cien días de su mandato priorizará la seguridad y la recuperación económica, incluido garantizar a seguridad en la capital, Mogadiscio, objetivo de numerosos ataques del grupo terrorista Al Shabaab.
En este contexto, el representante especial de la Secretaría General de Naciones Unidas para Somalia, James Swan, destacó el lunes que la finalización del proceso electoral, que sufrió numerosos retrasos desde diciembre de 2020, supone "un gran hito" y pidió a los líderes políticos somalíes que "abandonen la prolongada disputa política para centrarse en las urgentes prioridades nacionales".
Swan desveló que durante una reciente conversación con Sheij Mahamud el nuevo presidente le trasladó que entre sus objetivos están "la reconciliación nacional", "mejorar las relaciones entre el Gobierno central y los estados federales", "abordar la amenaza de seguridad en Al Shabaab", "completar la revisión constitucional y las reformas judiciales", "completar las leyes electorales", con el objetivo de instaurar el sufragio universal, y abordar la sequía.
"Creemos que es una lista apropiada de prioridades iniciales y esperamos recibir más detalles mientras la nueva cúpula asume competencias y se nombra en las próximas semanas un nuevo primer ministro y un nuevo Gobierno", explicó durante una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
LA ONU PIDE AUMENTAR LA AYUDA
De esta forma, hizo hincapié en que "todo el sistema de la ONU en Somalia está preparado para trabajar con el nuevo Gobierno para apoyar estos objetivos compartidos" y ha reclamado a las autoridades que "demuestren un compromiso total y liderazgo" para una transición en materia de seguridad para que sean las fuerzas somalíes las que asuman el liderazgo.
Swan reconoció además que "la situación humanitaria está empeorando tras el fracaso de una cuarta temporada de lluvias consecutiva" y cifró en 6,1 millones el número de afectados por la sequía. "El país hace frente a un elevado riesgo de hambrunas localizadas en seis comunidades si los precios de los alimentos siguen aumentando y la asistencia humanitaria no se sostiene", alertó.
En este sentido, lamentó que el Programa de Respuesta Humanitaria de la ONU para 2022 está financiado únicamente al 15 por ciento, con una petición de fondos de 1.450 millones de dólares (alrededor de 1.355 millones de euros). "Pedimos contribuciones adicionales urgentes", subrayó.
"Sin una recepción inmediata de financiación para expandir las operaciones humanitarias, hacemos frente a la perspectiva de una pérdida significativa de vidas en el periodo que tenemos por delante. Aunque nos centremos en salvar vidas y evitar una hambruna, es necesario también aumentar la resiliencia, el desarrollo y la respuesta ante el clima para que los afectados por crisis repetidas puedan adaptarse y prosperar en el futuro", zanjó.