GINEBRA, 8 (Reuters/EP)
Milicianos del grupo terrorista Estado Islámico han secuestrado a 295 antiguos miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes cerca de Mosul y obligado a 1.500 familias a retirarse con ellos de la ciudad de Hamman al Alil hacia el aeropuerto de Mosul, ha denunciado este martes la portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani.
"Las personas que han sido trasladadas a la fuerza o secuestradas parece que van a ser usadas bien como escudos humanos o, dependiente de sus percibidas filiaciones, asesinadas", ha subrayado, aclarando que los secuestros se produjeron la semana pasada.
Unos 100 de los antiguos miembros de las fuerzas de seguridad fueron raptados en torno a la medianoche del 3 de noviembre en la localidad de Mawaly, a unos 20 kilómetros al oeste de Mosul, mientras que otros 195 fueron secuestrados entre el 1 y el 4 de noviembre de localidades del distrito de Tal Afar.
Las familias secuestradas están siendo llevadas desde su localidad al aeropuerto de Mosul, ha indicado Shamdasani. "La suerte de estos civiles se desconoce por ahora", ha precisado durante un briefing en Ginebra.
Asimismo, ha indicado que la ONU también tiene información sobre el secuestro de al menos 30 jeques en Sinyar la semana pasada y una información de que 18 de ellos habrían sido ejecutados el viernes.
Según la portavoz, la oficina del Alto Comisionado tiene fuentes en el terreno pero la información que son capaces de aportar es "dispersa".
Shamdasani no ha podido confirmar la información publicada por algunos medios de que se ha encontrado una fosa común pero ha dicho que está en la misma zona que el instituto agrícola en Hammam al Alil donde la ONU había informado de la ejecución de 50 oficiales de Policía el mes pasado.
Desde que comenzó el pasado 17 de octubre la ofensiva de las fuerzas iraquíes, apoyados por los peshmerga kurdos y por la aviación de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, la ONU ha informado en varias ocasiones del uso de miles de civiles como escudos humanos por parte de Estado Islámico para proteger sus posiciones.