La cifra es un 50% superior al trimestre anterior, con un repunte de ataques de los talibán
MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El número de ataques diarios ejecutados en Afganistán durante el tercer trimestre del año ha sido un 50 por ciento superior a los perpetrados en el trimestre anterior, a pesar del inicio de conversaciones directas de paz entre el Gobierno y los talibán, según un informe del Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) estadounidense.
El informe, que recoge datos del Departamento de Defensa de Estados Unidos, destaca que el número de ataques está "por encima de las medias de la temporada" y refleja un aumento en el número de víctimas, tanto civiles como miembros de las fuerzas de seguridad, respecto al trimestre anterior.
Así, manifiesta que entre el 1 de julio y el 30 de septiembre murieron 876 civiles y 1.685 resultaron heridos, una cifra que supone un aumento del 43 por ciento respecto al trimestre anterior.
"Si bien las víctimas son habitualmente elevadas en el tercer trimestre de cualquier año, las de este trimestre son reseñables porque tienen lugar durante un proceso de paz en marcha y pese a los compromisos de los talibán para reducir la violencia", apunta.
Asimismo, hace hincapié en que las cifras de este trimestre son sin embargo un 36 por ciento más bajo que las del tercer trimestre de 2019 y están "más o menos al mismo nivel" que en el tercer trimestre de 2018.
El documento atribuye cerca del 83 por ciento de las víctimas de este trimestre a fuerzas antigubernamentales, con los talibán como responsables del 38 por ciento de ellas. Por otra parte, el 40 por ciento han sido achacadas a "insurgentes desconocidos", mientras que a las fuerzas de seguridad se les atribuyen el ocho por ciento y a Estado Islámico el tres por ciento.
De esta forma, resalta que "el mayor aumento de víctimas civiles comparado con el trimestre anterior es de insurgentes desconocidos, de un 55 por ciento, y de los talibán, con un 42 por ciento", antes de incidir en que "las víctimas atribuidas a las fuerzas de seguridad son más de dos veces superiores a las del trimestre anterior".
Por otra parte, reseña que el 41 por ciento de las víctimas civiles son causadas por artefactos explosivos de fabricación casera, mientras que el 29 por ciento son por disparos directos y el doce por ciento por disparos indirectos.
El SIGAR apunta además a un total de 117 víctimas civiles en bombardeos de la Fuerza Aérea afgana, una cifra que supone un cinco por ciento del total, si bien es un incremento del 457 por ciento respecto al trimestre anterior. En esta línea, recalca que los bombardeos estadounidenses no han causado víctimas civiles.
Durante la jornada de este jueves al menos 20 personas han muerto o han resultado heridas a causa de la explosión de una bomba adherida al vehículo de una milicia progubernamental en la provincia de Balj (Norte).
El portavoz del gobierno provincial, Munir Ahmad Farhad, ha indicado que el suceso ha tenido lugar cerca de una clínica en el distrito de Sholgara, sin dar más detalles al respecto, según ha informado la cadena de televisión afgana 1TV. Por el momento no hay reclamación de la autoría.
INVESTIGACIÓN POR EL ATENTADO EN KABUL
En otro orden de cosas, el vicepresidente primero de Afganistán, Amurlá Salé, ha ordenado este jueves la liberación de trece miembros de las fuerzas de seguridad detenidos el miércoles por presunta "negligencia" en el atentado ejecutado el lunes contra la Universidad de Kabul, que dejó cerca de 20 muertos.
Salé, quien ha destacado que la investigación está en marcha, ha dicho que "no permitirá que cada fallo sea achacado a las personas más anónimas y que sean ellas las víctimas", tal y como ha recogido la cadena de televisión afgana Tolo TV.
El portavoz de la Policía de la capital afgana, Ferdaus Daramarz, indicó el miércoles que entre los detenidos figura el comandante del tercer distrito policial de Kabul, antes de agregar que todos han sido puestos a disposición judicial.
La autoría del atentado, ejecutado por tres atacantes, fue reclamada por el grupo yihadista Estado Islámico Provincia del Jorasán (ISKP), si bien Salé ha apuntado directamente a los talibán por lo sucedido.
Por contra, el portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, ha rechazado las acusaciones y ha criticado que esté difamando al movimiento integrista fundado por el mulá Mohamed Omar. El grupo se desvinculó del ataque poco después de su inicio.
El atentado fue perpetrado cerca de diez días después de la muerte de al menos 30 personas, la mayoría de ellas estudiantes, en un atentado suicida perpetrado por Estado Islámico en un instituto de la capital del país. Los talibán se distanciaron también del ataque contra el centro.