BELGRADO 19 Dic. (Reuters/EP) -
El creciente número de inmigrantes de Oriente Próximo y Asia Central hace que muchos acaben sin hogar en Serbia, donde las temperaturas se mantienen bajo cero, mientras los países de la conocida como 'ruta de los Balcanes' van cerrando cada vez más sus fronteras.
Las autoridades serbias y las agencias internacionales son incapaces de alojar a todos los inmigrantes y casi un cinco por ciento de los 7.000 que han llegado al país duermen en las calles de Belgrado o en la frontera serbia con Hungría, según ha informado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
"Estamos preocupados porque la crisis migratoria no ha disminuido y hay cosas en las que nosotros no podemos influir", ha asegurado el ministro serbio de Empleo y Política Social, Aleksandar Vulin.
En Belgrado, donde las temperaturas llegan a los seis grados bajo cero por la noche, cerca de un centenar de personas está viviendo en almacenes abandonados cerca de la estación de tren de la ciudad. Muchos se encuentran sin sábanas y queman traviesas de ferrocarril dentro de los almacenes para entrar en calor y los alimentos proporcionados por las organizaciones benéficas no son suficientes para todos.
Decenas de inmigrantes, la mayoría provenientes de Afganistán, han sido trasladados a hospitales croatas este domingo después de que la Policía encontrara una furgoneta con 67 personas en su interior y arrestara a dos búlgaros sospechosos de tráfico de personas.
La 'ruta de los Balcanes', utilizada por miles de personas que huyen del conflicto en su país para llegar hasta Europa, es más complicada que el año pasado debido a los controles en las fronteras y la construcción de vallas.