MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
El número de muertos a causa de la erupción del volcán Monte Ontake, en Japón, podría ascender a 46 tras la localización de nuevas víctimas por parte de los equipos de rescate, según ha informado la cadena de televisión japonesa NHK.
En base a estas informaciones, los equipos de rescate están intentando evacuar a 31 personas localizadas en parada cardiorrespiratoria, si bien las mismas no han sido declaradas muertas por las autoridades, que están a la espera de los análisis médicos que confirmen su fallecimiento.
Por el momento ha sido confirmada la muerte de doce personas, mientras que otras 69 personas resultaron heridas y tuvieron que ser trasladadas a hospitales cercanos, treinta de ellas en estado de gravedad.
Las tareas de rescate se han reanudado este miércoles tras casi un día suspendidas por la actividad volcánica. Alrededor de mil policías, bomberos y miembros de las Fuerzas de Autodefensa están participando en las mismas, mientras que otros 300 trabajadores han sido trasladados en helicóptero a zonas cercanas a la cumbre, donde han sido localizadas la mayoría de las víctimas.
La población, que no fue avisada el pasado sábado antes de la erupción, fue alertada este lunes por la Agencia de Meteorología, que supervisa la actividad volcánica del país, para que no se acerque a un radio de al menos cuatro kilómetros del cráter, donde la erupción sigue su curso.
Los expertos han explicado que, pese a los temblores de los últimos días en la zona, hubiese sido muy difícil prever la erupción debido a que no ha habido cambios en el monte.
CAMBIO DEL SISTEMA DE VIGILANCIA
El portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga, por su parte, ha admitido que la Agencia Meteorológica de Japón debería considerar su sistema de vigilancia. "Sin embargo, creo que hicieron el único juicio que pudieron", ha añadido.
Además, ha informado de que la erupción no tendrá repercusiones en el reinicio de la central nuclear de Sendai, en el suroeste de Japón.
Los montañeros han asegurado que no hubo avisos de ningún tipo el sábado justo antes de que la erupción dejara a cientos de personas atrapadas y sin poder descender hasta pasado el peligro. "Sentí un viento caliente contra mi espalda y me agaché hacia el suelo", ha declarado en la televisión NTV uno de los testigos de lo ocurrido, que ha asegurado que "estaba seguro" de que "iba a morir".
El padre de uno de los desaparecidos, un joven de 26 años que había acudido al enclave junto con su pareja, ha explicado que "no tienen contacto" de ningún tipo con el joven. "Estamos totalmente exhaustos", ha añadido.